Mientras el mundo se encamina hacia la electrificación del transporte, Japón mantiene una firme apuesta por los vehículos híbridos. En 2023, las ventas de híbridos superaron por primera vez a las de coches de gasolina en el país nipón, una tendencia que se proyecta a continuar en la próxima década.
El auge de los híbridos en Japón
Según datos de Bloomberg, los híbridos representaron el 55% de las ventas de automóviles en Japón durante 2023, mientras que los vehículos de gasolina se desplomaron hasta el 36%. Esta tendencia contrasta con las proyecciones de crecimiento del coche eléctrico en otros países desarrollados.
Perspectivas para 2030: un mercado único
Las previsiones apuntan a que la preferencia por los híbridos en Japón se mantendrá. Bloomberg estima que, en 2030, el 67,1% de los coches vendidos en Japón serán híbridos, frente a menos del 20% de gasolina y un escaso 10% de eléctricos. Esta singularidad del mercado japonés se contrapone con las proyecciones de una mayor penetración del coche eléctrico en Europa (superior al 30%) y Estados Unidos (alrededor del 40%).
¿Por qué Japón se resiste a la electrificación?
Varias razones explican la resistencia japonesa a la adopción masiva de vehículos eléctricos. La escasez de infraestructuras de recarga y el elevado precio de los coches eléctricos son factores disuasorios. Además, el fuerte sentimiento patriótico impulsa a los compradores japoneses a priorizar las marcas nacionales, cuya oferta de vehículos eléctricos es, por ahora, limitada y no ha demostrado ser tan competitiva.
El dilema de los fabricantes japoneses
Las estrategias de fabricantes como Toyota, Honda, Nissan y Mazda se basan en la consolidación del mercado híbrido, apostando por una transición gradual a la electrificación. Sin embargo, la rapidez de los avances de la industria automovilística china, especialmente en el sector eléctrico, ha sorprendido incluso a los ejecutivos de Toyota.
¿Un futuro híbrido?
Las nuevas normativas medioambientales en Europa y Estados Unidos podrían impulsar la demanda de híbridos como alternativa a los vehículos de combustión tradicionales. Si esta tendencia se consolida, la estrategia japonesa de priorizar los híbridos podría resultar acertada, especialmente si, como asegura Toyota, logran desarrollar baterías con una mayor autonomía en el futuro.
La situación en Japón plantea una interesante reflexión sobre la diversidad de caminos hacia la sostenibilidad en el sector del automóvil, y sobre si la apuesta por la tecnología híbrida es una solución a corto plazo o una estrategia que podrá mantenerse a largo plazo.