A principios de los 2000, viajar entre Pekín y Tianjin era una odisea. China carecía de trenes de alta velocidad. Hoy, la situación es radicalmente diferente. El gigante asiático posee la red ferroviaria de alta velocidad más extensa del mundo, con más de 48.000 kilómetros de vías.
Un futuro a toda velocidad: el plan de China para 2030
Pero China no se conforma. Su ambicioso plan para 2030 contempla una red de 60.000 kilómetros de vías de alta velocidad. Para lograrlo, se invertirán miles de millones de euros en la construcción de nuevas líneas, superando incluso las inversiones realizadas en años anteriores.
Esta expansión no se limita a la infraestructura. China también está a la vanguardia en la tecnología ferroviaria, desarrollando trenes de alta velocidad cada vez más rápidos y eficientes. El nuevo Maglev, capaz de alcanzar los 600 km/h, y el prototipo CR450, con una velocidad máxima de 450 km/h y mejoras significativas en comodidad y seguridad, son solo dos ejemplos.
El liderazgo chino en alta velocidad: una realidad impactante
El crecimiento de la red ferroviaria china ha sido exponencial. Más de la mitad de las vías se construyeron en los últimos ocho años. En 2020, más del 70% de las ciudades con más de 500.000 habitantes tenían acceso a trenes de alta velocidad. Este avance ha transformado la movilidad en el país y ha conectado regiones de una manera antes inimaginable.
La velocidad de implementación y la inversión continua en tecnología e infraestructura hacen de China un líder indiscutible en el sector ferroviario de alta velocidad. El objetivo de 60.000 kilómetros para 2030, aunque ambicioso, parece estar al alcance dado el ritmo de crecimiento actual.
La construcción del tramo Jining-Datong-Yuanping, que conecta Shanxi con Mongolia Interior, con trenes que alcanzan los 250 km/h, es solo el último ejemplo de la expansión continua de este impresionante sistema de transporte.
Fuente: Xataka