Tras un complicado inicio, la planta de TSMC en Arizona ha demostrado ser un éxito rotundo. Inicialmente prevista para comenzar la producción hace casi un año, la fábrica ha superado las dificultades, incluyendo la escasez de personal cualificado y conflictos laborales, para finalmente entregar excelentes resultados.

Un comienzo difícil

El camino hacia el éxito no fue fácil para TSMC en Arizona. La puesta en marcha de la planta enfrentó numerosos desafíos, desde la contratación de personal hasta la creación del marco legal adecuado. Sin embargo, el panorama mejoró notablemente a finales de octubre del año pasado.

Producción iniciada para gigantes tecnológicos

Actualmente, la planta produce semiconductores en el nodo N4 (5 nm), perteneciente a la familia FinFET de 5 nm de TSMC. Este logro es significativo, ya que la fábrica ya está suministrando chips para dos gigantes de la tecnología: Apple y AMD. Específicamente, se fabrican procesadores Ryzen 9000 para AMD y el SoC A16 y el SiP S9 para Apple, este último usado en el Apple Watch.

Rendimiento superior a las plantas de Taiwán

Sorprendentemente, el rendimiento inicial de la planta de Arizona ha superado incluso al de las fábricas comparables de TSMC en Taiwán. El rendimiento de producción es un factor crucial en la industria de los semiconductores, y este resultado destaca la eficiencia alcanzada por la fábrica estadounidense.

Expansión futura

La planta de Arizona no se queda ahí. Se espera que una segunda fábrica entre en funcionamiento en 2028, produciendo chips en los nodos N3 (3 nm) y N2 (2 nm). Una tercera fábrica, prevista para finales de la década, también producirá chips en el nodo N2 (2 nm).

El éxito de una apuesta arriesgada

La historia de la planta de TSMC en Arizona es un ejemplo de perseverancia y superación de obstáculos. Su éxito no solo representa un triunfo para la compañía taiwanesa, sino que también fortalece la posición de Estados Unidos en la fabricación de semiconductores de vanguardia.

Fuente: Xataka