Sam Altman, CEO de OpenAI, ha estado involucrado en una sorprendente inversión en Oklo, una startup de energía nuclear que ha logrado un acuerdo multimillonario sin tener aún un solo reactor en funcionamiento. Este acuerdo con Switch, una empresa de centros de datos que trabaja con gigantes tecnológicos como Google y Nvidia, implica el suministro de 12 GW de energía nuclear para el año 2044.

Un acuerdo monumental con implicaciones importantes

Oklo se ha comprometido a construir suficientes reactores de fisión SMR (Small Modular Reactor) para cumplir con este ambicioso objetivo. La empresa operaría estas plantas nucleares y vendería la electricidad a los clientes de Switch. Sin embargo, existe un importante factor de incertidumbre: el acuerdo no es vinculante y Oklo aún necesita la aprobación de la Comisión Reguladora Nuclear de Estados Unidos (NRC), una aprobación que ya le fue denegada en 2022.

El riesgo y la recompensa

La falta de aprobación de la NRC representa un gran riesgo. La construcción y operación de cientos de reactores SMR para alcanzar los 12 GW de capacidad para 2044 es un reto tecnológico y logístico de enormes proporciones. A pesar de la incertidumbre, la inversión de Altman refleja una visión a largo plazo en la energía nuclear como una solución sostenible para el futuro energético.

La tecnología detrás de Oklo

Oklo planea construir su primera planta, Aurora, para 2027. Se trata de un reactor modular pequeño y eficiente, que utiliza un sistema de refrigeración por metal líquido para mejorar la seguridad y la eficiencia. Esta tecnología representa una apuesta por una alternativa más segura y moderna a los reactores nucleares convencionales.

El futuro de la energía nuclear

El acuerdo entre Oklo y Switch representa un hito significativo en el desarrollo de la energía nuclear, aunque está sujeto a la obtención de las necesarias autorizaciones regulatorias. El éxito de Oklo podría sentar las bases para una nueva era en la energía nuclear, ofreciendo una fuente de energía limpia y eficiente para alimentar la creciente demanda energética del mundo. Sin embargo, las dudas persisten hasta que se obtenga la aprobación regulatoria y se demuestre la capacidad de Oklo para construir y operar la cantidad de reactores necesarios.

Fuente: Xataka