El resurgimiento de la energía nuclear
La inversión en energía nuclear está experimentando un auge sin precedentes, impulsada por el interés de grandes compañías tecnológicas y la creciente necesidad de fuentes de energía fiables y continuas. China y Rusia lideran la competencia por el uranio, pero un nuevo jugador ha entrado en escena: Canadá.
Canadá: Una potencia nuclear en potencia
Con una mina de uranio valorada en 4.000 millones de dólares en la cuenca de Athabasca, Canadá se posiciona como un actor clave en la industria nuclear. Aunque su explotación comercial no comenzará hasta 2028, su potencial es enorme y podría destronar a Kazajistán como el principal productor mundial de uranio. La ventaja de Canadá radica en su capacidad no solo de extraer, sino también de enriquecer el uranio, a diferencia de otros grandes productores.
¿Por qué la apuesta por la energía nuclear?
Tras el accidente de Fukushima en 2011, la energía nuclear sufrió un revés. Sin embargo, el panorama ha cambiado drásticamente. La necesidad de energía para alimentar los centros de datos de la Inteligencia Artificial, junto con la inversión de gigantes tecnológicos como Amazon, Google, Microsoft y Meta, está impulsando la demanda de energía nuclear como fuente estable y confiable.
Un futuro con desafíos
A pesar del optimismo, la energía nuclear enfrenta críticas. Las preocupaciones ambientales, principalmente sobre los residuos nucleares y el coste de los proyectos, persisten. Además, existen temores sobre la posibilidad de accidentes. La Columbia Británica, por ejemplo, no ha permitido la operación de plantas nucleares desde 1980.
Estados Unidos y su mirada hacia Canadá
La reciente elección de Donald Trump en Estados Unidos no parece modificar sustancialmente el rumbo de la energía nuclear en el país, que continúa con la tendencia de aumentar su capacidad. La búsqueda de alternativas al uranio ruso ha convertido a Canadá en un aliado estratégico por su fiabilidad y seguridad en el suministro.