Amazon se embarcó en un ambicioso proyecto para alimentar su enorme centro de datos en Pensilvania con energía nuclear. El centro de datos, ubicado junto a la central nuclear de Susquehanna, prometía un suministro estable y sin emisiones de carbono. Amazon había llegado a un acuerdo con Talen Energy, la operadora de la planta, para una conexión directa que proporcionaría 960 W de energía nuclear.

Un plan que no convenció a los reguladores

Sin embargo, los sueños de Amazon se vieron truncados cuando la Comisión Federal Reguladora de la Energía (FERC) rechazó el acuerdo de interconexión. La FERC argumentó que el consumo energético del centro de datos de Amazon sería demasiado grande para la planta nuclear, lo que podría afectar negativamente a otros usuarios de la red eléctrica.

El presidente de la FERC, Willie Phillips, fue el único que votó a favor del acuerdo, argumentando que la energía nuclear es crucial para la seguridad nacional y la fiabilidad eléctrica, especialmente en un mundo donde la IA necesita un suministro de energía estable.

El futuro de la energía nuclear en la era de la IA

El caso de Amazon nos recuerda los desafíos que enfrentan las grandes empresas tecnológicas a la hora de asegurar el suministro energético de sus centros de datos. La energía nuclear se presenta como una alternativa atractiva a las energías renovables, ya que ofrece un suministro estable y sin emisiones de carbono. Sin embargo, la gestión de los desechos radiactivos y las preocupaciones de seguridad siguen siendo obstáculos importantes.

A pesar de este revés, Amazon no abandona su apuesta por la energía nuclear. La empresa ha firmado varios acuerdos para desarrollar y construir reactores modulares compactos (SMR), que se consideran más seguros y eficientes que los reactores tradicionales. Microsoft, Google y Meta también están invirtiendo en SMR, reconociendo la necesidad de fuentes de energía fiables para impulsar sus modelos de IA.

Fuente: Xataka