Un futuro demográfico sombrío para Japón
Un estudio del profesor de economía Hiroshi Yoshida de la Universidad de Tohoku, proyecta un escenario demográfico alarmante para Japón. Si las tendencias actuales de baja natalidad persisten, para el 5 de enero de 2720, solo quedaría un niño menor de 14 años en todo el país.
El declive de la natalidad: un problema acelerado
Yoshida, que realiza estas proyecciones anualmente desde 2012, utiliza un modelo basado en la tasa de declive de la población infantil. En abril de 2023, esta tasa fue del 2.3%, un dato que ha adelantado la fecha de la predicción en más de 100 años con respecto a cálculos previos. La tasa de natalidad en Japón se sitúa en un mínimo histórico de 1.20 hijos por mujer, incluso bajando de 1 en Tokio (0.99).
Causas del declive y las medidas gubernamentales
La caída de la natalidad se atribuye a la baja tasa de matrimonios, con un aumento significativo de personas que no se casan. Como respuesta, el gobierno japonés ha implementado diversas medidas para incentivar el matrimonio y aumentar la natalidad, incluyendo el uso de aplicaciones de citas, incluso lanzando su propia aplicación en 2023.
El envejecimiento de la población: un reto añadido
El rápido envejecimiento de la población japonesa presenta desafíos económicos y sociales considerables. La proyección de Yoshida, aunque a largo plazo, destaca la urgencia de implementar medidas efectivas para revertir la tendencia actual y evitar una crisis de sostenibilidad con una fuerza laboral menguante y una mayor carga para las generaciones futuras.
La importancia de la acción
La combinación de incentivos gubernamentales, cambios culturales y políticas sociales inclusivas son cruciales para evitar un posible colapso demográfico y asegurar un futuro más estable para Japón. El estudio de Yoshida, aunque especulativo, sirve como una llamada de atención para abordar la situación demográfica de forma urgente.
El impacto en la identidad: Un apellido para todos
Un estudio previo del mismo profesor Yoshida proyecta que para 2531, todos los japoneses compartirían el apellido Sato (el más común), debido a la ley que obliga a las parejas a adoptar un único apellido. Esto acentúa el impacto del sistema actual sobre la identidad individual y patrimonial de los japoneses.
Fuente: Xataka