Rusia está intensificando su presencia en la energía nuclear a nivel global, construyendo más de 10 plantas en países como Bangladesh, China, Egipto, India, Irán y Turquía. Esta expansión, según fuentes del Kremlin, busca afianzar la hegemonía nuclear rusa, diversificar su influencia geopolítica y encontrar vías de escape a las sanciones internacionales impuestas por Occidente.

Un Plan Ambicioso

El representante especial del Kremlin para asuntos internacionales de cooperación en sostenibilidad, Boris Titov, ha declarado que este plan responde también a la creciente demanda energética impulsada por el auge de la Inteligencia Artificial. Rusia, a través de Rosatom, su empresa estatal de energía, está llevando a cabo diversos proyectos nucleares, desde la planta Paks 2 en Hungría hasta instalaciones con reactores modulares en Uzbekistán.

Más Allá de la Construcción

La estrategia de Rusia en el sector nuclear va más allá de la simple construcción de plantas. El Kremlin también está ofreciendo combustible y servicios complementarios, consolidando su posición dominante en el mercado global. Este control sobre el mercado, particularmente en el uranio, permite a Rusia eludir las sanciones económicas y mantener su influencia en la economía mundial, incluso a pesar del conflicto en Ucrania.

Sanciones y Dependencia Energética

La decisión de Ucrania de revocar el acuerdo de tránsito de gas ruso a Europa ha marcado un punto de inflexión. Rusia, con su expansión nuclear, busca compensar la pérdida de ingresos y reconfigurar las dependencias energéticas, dejando entrever una estrategia a largo plazo que se apoya en sus recursos estratégicos.

El Uranio: Un Recurso Clave

Rusia controla un porcentaje significativo de la capacidad mundial de conversión y el mercado de enriquecimiento de uranio. Esta posición estratégica crea una dependencia energética de Occidente, particularmente para Estados Unidos, donde la prohibición de la importación de uranio ruso costaría al país miles de millones de dólares.

Divisiones en Occidente

Las diferencias de opinión dentro de la Unión Europea, especialmente con países como Hungría y Eslovaquia que han defendido la colaboración con Rusia en el sector energético, dificultan un frente común para contrarrestar la influencia rusa. La dependencia energética y las fracturas en la política occidental constituyen un escenario favorable para la estrategia nuclear rusa.

El Futuro de la Energía Nuclear

Se proyecta un aumento significativo en la capacidad de generación nuclear mundial en los próximos años. En este contexto, la estrategia rusa busca posicionar al país como líder en la energía nuclear, aprovechando la demanda global y las dependencias energéticas existentes. El futuro energético del mundo se perfila como un campo de batalla estratégico.

Fuente: Xataka