¿Quién heredará la Tierra tras la humanidad?

La pregunta sobre qué especie podría dominar el planeta tras la extinción humana ha generado diversas teorías. Se han considerado otras especies homínidas, insectos como las cucarachas por su resistencia, o incluso el pulpo, una criatura marina con una inteligencia inusual.

El pulpo: inteligencia y adaptación

El biólogo Tim Coulson de la Universidad de Oxford, postula al pulpo como un fuerte candidato. No se refiere a una sola especie, sino al orden taxonómico Octopoda, que abarca cientos de especies con diversas características y adaptaciones. Su vida submarina les brinda una protección extra ante cambios ambientales que podrían extinguir a la humanidad, añadiendo a esto su gran capacidad de adaptación.

Coulson destaca la amplia variedad de hábitats en que sobreviven los pulpos, desde las profundidades oceánicas hasta zonas costeras. Aunque algunas poblaciones puedan verse afectadas, otras podrían sobrevivir y diversificarse. Esta resistencia, combinada con su inteligencia, los convierte en candidatos potenciales.

Nueve cerebros y sorprendente capacidad

La particularidad de los pulpos reside en sus nueve cerebros: uno central que coordina ocho cerebros distribuidos por sus extremidades. Aunque hay debate sobre la definición de “cerebro” en este caso, su inteligencia es innegable. Experimentos demuestran su capacidad para mimetizarse con el entorno y usar herramientas.

Octlantis: las ciudades de los pulpos

A pesar de su inteligencia y capacidad de adaptación, los pulpos enfrentan desafíos para formar una civilización. La energía es un factor crítico, así como su escasa sociabilidad, al menos eso se creía hasta el descubrimiento de “Octlantis” y “Octopolis”, comunidades de pulpos en la bahía de Jarvis, Australia.

Estas colonias muestran una interacción compleja, con relaciones de dominancia y comportamientos singulares como lanzar conchas para defenderse. Si bien estos comportamientos se habían observado en cautiverio, su estudio en el océano es reciente. Esto muestra que la sociabilidad de los pulpos podría ser más compleja de lo que inicialmente pensábamos.

El factor humano: la principal amenaza

La principal amenaza para el desarrollo de una civilización de pulpos es la humanidad. La pesca excesiva, la contaminación y el cambio climático están alterando los ecosistemas marinos, dificultando el desarrollo de cualquier civilización submarina.

En definitiva, la posibilidad de los pulpos como futuros dominadores del planeta es una hipótesis intrigante, aunque especulativa. El futuro de la vida en la Tierra es incierto, y las predicciones deben contemplar muchos factores.


Fuente: Xataka