Un mapa en 3D de la era Paleolítica

Investigadores han desenterrado en una cueva francesa una extraña formación rocosa que creen que podría ser el mapa tridimensional más antiguo conocido. Se estima que tiene unos 20.000 años de antigüedad, creado durante el Paleolítico superior en la cueva Ségognole 3, cerca de París.

Características del hallazgo

Los científicos creen que la formación, lejos de ser natural, es una representación en tres dimensiones del terreno circundante, incluyendo colinas y valles. La evidencia sugiere que la intervención humana fue clave en su creación, adaptando el flujo de agua a través de la roca para que fluyera de manera específica, integrando la hidrología del lugar a la propia formación.

Un avance en la comprensión del pensamiento abstracto

La precisión de la representación del sistema hidrológico en la roca implica una notable capacidad de abstracción por parte de sus creadores. Esta habilidad para representar el entorno de una forma tridimensional tan precisa es un testimonio de sus capacidades cognitivas y su comprensión del medio ambiente. El trabajo podría haber tenido además un fin práctico, mejorando el sistema de canalización de agua dentro de la cueva para reducir riesgos de inundación o agua estancada.

Pareidolia: una posibilidad alternativa

A pesar de las evidencias, es importante considerar la posibilidad de la pareidolia, la tendencia del cerebro a reconocer patrones donde no los hay. Sin embargo, la complejidad y precisión de la formación rocosa sugieren algo más que una simple coincidencia. La capacidad de abstracción de los humanos del Paleolítico superior era considerable, lo que no descarta la posibilidad de que la formación sea un mapa intencional, aunque no exclusivamente.

Descubrimientos previos en la cueva

La cueva Ségognole 3 ha mostrado otras formaciones rocosas interesantes. En 2020, se encontró una formación excavada por humanos que se asemeja a una vulva, la cual podría haber tenido un propósito ritual.

Importancia del descubrimiento

Este descubrimiento, si se confirma como mapa, proporcionaría una visión sin precedentes de la capacidad cognitiva y la comprensión espacial de los humanos que habitaban Europa hace 20.000 años, mostrando su capacidad para la planificación y la manipulación del entorno, además de su posible avanzada comprensión de la cartografía.

Fuente: Xataka