Decreto insólito en Belcastro, Calabria

El alcalde de Belcastro, un pequeño pueblo del sur de Italia, ha firmado una ordenanza que prohíbe a sus residentes enfermar o sufrir accidentes domésticos. La medida, aunque parezca una broma, refleja un problema serio: la falta de atención médica adecuada en la zona.

Una protesta disfrazada de ordenanza

La ordenanza, lejos de ser una imposición real, es una forma de protesta por parte del alcalde, Antonio Torchia, para llamar la atención sobre la precaria situación sanitaria de Belcastro. El decreto exige a los residentes evitar cualquier enfermedad que requiera atención médica urgente, abstenerse de conductas nocivas y, en lo posible, descansar en casa para evitar riesgos.

La falta de servicios médicos en Belcastro

El pueblo, con aproximadamente 1300 habitantes, cuenta con un centro de salud que no abre todos los días y el hospital más cercano se encuentra a más de 45 kilómetros de distancia, un trayecto que puede ser peligroso y demorado en caso de emergencia. La mayoría de los residentes son mayores de 65 años, lo que agrava la situación.

Una estrategia para llamar la atención

El alcalde Torchia ha declarado que lleva meses intentando, sin éxito, que las autoridades sanitarias tomen cartas en el asunto. La ordenanza inusual ha generado una cobertura mediática internacional, consiguiendo así la visibilidad que buscaba para denunciar la deficiencia del sistema de salud en Belcastro. Si no se toman medidas, el alcalde ha advertido que presentará una denuncia formal a la Fiscalía.

Un problema más amplio

La situación de Belcastro es un ejemplo de los problemas de acceso a la sanidad que existen en muchas zonas rurales de Italia y otras regiones de Europa. La despoblación y la falta de recursos contribuyen a esta desigualdad en el acceso a servicios básicos como la salud. El alcalde espera que esta medida, aunque irónica, impulse cambios que mejoren la calidad de vida de sus vecinos.

Precedente en Sellia

Este no es el primer caso de un pueblo italiano que recurre a medidas inusuales para llamar la atención sobre la falta de servicios. Hace años, la localidad cercana de Sellia prohibió a sus residentes morir, con el mismo objetivo de denunciar la despoblación y la falta de recursos.

Conclusión

La ordenanza de Belcastro, aunque llamativa, es una muestra de la frustración y la desesperación de una comunidad que lucha por el acceso a servicios esenciales. El alcalde busca, mediante una estrategia audaz, dar visibilidad a la problemática y presionar a las autoridades para que se tomen medidas que solucionen la falta de atención sanitaria en su pueblo.

Fuente: Xataka