¿Preparado para el fin del mundo? El Pentágono sí lo está, o al menos eso parece. Se ha desvelado la existencia de un plan de contingencia ante un improbable, pero meticulosamente detallado, apocalipsis zombie: el CONPLAN 8888-11.

El origen del plan

Desarrollado en 2011 por el Comando Estratégico de Estados Unidos (USSTRATCOM), este plan inicialmente se concibió como un ejercicio de entrenamiento para oficiales militares en planificación operativa. La idea de usar un escenario de invasión zombi, aunque ficticio, resultó ser una herramienta eficaz para enseñar conceptos básicos de planificación militar sin las implicaciones políticas de simular una amenaza real contra un país específico.

Objetivos del CONPLAN 8888-11

El documento describe estrategias para proteger a la población civil, salvaguardar infraestructuras vitales y neutralizar la amenaza zombi, todo ello, según el plan, sin violar los derechos humanos (aunque se plantea la cuestión de si los zombis, como seres no conscientes, deberían estar protegidos por dichas leyes).

El CONPLAN 8888 detalla diferentes tipos de zombis, desde aquellos creados por radiación o magia hasta “zombis vegetarianos” que amenazarían el suministro de alimentos. Incluye etapas como entrenamiento, movilización de personal, despliegue de equipos de reconocimiento y restauración del orden civil.

Tácticas de combate zombi

Según el plan, la neutralización de los zombis se lograría con disparos a la cabeza y la quema de los cuerpos. Se prevé una respuesta internacional coordinada para evitar alarmar a otras potencias. Se contemplan incluso el uso de robots para proteger infraestructuras críticas y, en el caso de una amenaza masiva, el empleo de armas nucleares.

Más allá del susto

Aunque el Pentágono afirma que no anticipa una invasión zombi, el plan destaca la capacidad del ejército para planificar frente a cualquier amenaza, por improbable que sea. El CONPLAN 8888 sirve como ilustración de la preparación para desastres reales, adaptando los protocolos militares a escenarios extremos.

Fuente: Xataka