El sector del aceite de oliva español vive una paradoja: a pesar de un crecimiento anual del 15%, más de 500 almazaras podrían cerrar en la próxima década. Esta situación, lejos de ser una simple crisis de precios, revela una profunda problemática estructural.
Desigualdad en la producción
Si bien España es la gran potencia mundial del aceite de oliva, con una producción media de 7,4 millones de toneladas anuales en sus 2219 almazaras, la realidad es mucho más compleja. La producción varía enormemente de un año a otro, con picos de 10,2 millones y mínimos de 4,2 millones de toneladas. Esta fluctuación impacta directamente en las almazaras, que presentan diferencias abismales en su capacidad de producción.
La presión de los costes
Mientras algunas almazaras molturan hasta 60 veces la media nacional, otras se enfrentan a una dura competencia. Las diferencias en costes llegan a los 70 céntimos por kilo de aceituna, dependiendo de la cosecha y la región. Esta disparidad provoca una fuerte presión sobre las almazaras más pequeñas, obligándolas a buscar estrategias para sobrevivir en un mercado cada vez más competitivo.
El desafío de la sostenibilidad
Un estudio de la Universidad Internacional de Andalucía y el Grupo Oleícola Jaén predice el cierre de cerca de 500 almazaras en la próxima década, 363 en España y 137 en Portugal. Esta situación no solo afecta a la economía, sino también a la estructura social de amplias regiones de España, donde muchas almazaras representan el corazón de la economía local.
Más allá de la molturación
Las almazaras no son solo plantas de procesamiento; para muchas comunidades rurales, son un pilar fundamental de la economía social, proporcionando empleo y actividad económica. Su desaparición tendría consecuencias devastadoras para la España vaciada.
La necesidad de modernización
El sector necesita una modernización industrial que nunca llega. El crecimiento de la producción en los últimos años (aproximadamente 15%) no se corresponde con el crecimiento necesario (35%) para que todas las almazaras puedan mantenerse a flote. Se necesita una reorganización del sector para lograr una mayor eficiencia y garantizar la sostenibilidad de la producción del aceite de oliva español.
Fuente: Xataka