El mito de la seguridad en la parte trasera del avión

Recientes accidentes aéreos han revivido un viejo debate: ¿existe un asiento más seguro en un avión? La coincidencia de supervivientes ubicados en la parte trasera de dos aeronaves accidentadas ha alimentado la creencia de que esta zona es la más segura. Sin embargo, expertos en aviación matizan esta idea, afirmando que la supervivencia depende de múltiples factores más allá de la ubicación del asiento.

Análisis de los accidentes y el mito de la cola

En uno de los incidentes, los 29 supervivientes se encontraban en la sección trasera del avión, que resultó relativamente intacta. En otro, sólo dos auxiliares de vuelo, también en la parte trasera, sobrevivieron. Si bien esto parece apoyar el mito, estudios previos mostraron tasas de mortalidad ligeramente menores en la parte trasera, posiblemente debido a la física del impacto en colisiones frontales. Sin embargo, esta observación no garantiza la seguridad en esa zona.

¿Qué pasa con los asientos del medio?

Otro mito popular es que los asientos centrales son los más seguros debido a su ubicación en el centro de gravedad del avión, ofreciendo mayor estabilidad durante turbulencias. No obstante, la proximidad a los tanques de combustible representa un riesgo en caso de incendio. La zona central, a menudo, presenta un acceso rápido a las salidas de emergencia, un factor crucial para la supervivencia.

El factor clave: la evacuación rápida

Independientemente del asiento, la evacuación rápida es primordial. Los aviones están diseñados para evacuaciones de 90 segundos, pero el pánico puede prolongar este tiempo crítico. Expertos destacan que los pasajeros en las cinco filas más cercanas a una salida tienen mayor probabilidad de sobrevivir, y que los asientos de pasillo facilitan la evacuación.

Recomendaciones para aumentar las probabilidades de supervivencia

Para maximizar las posibilidades de sobrevivir, se recomienda prestar atención a las instrucciones de seguridad, conocer la ubicación de las salidas de emergencia y practicar mentalmente un plan de evacuación. Se aconseja mantener el calzado puesto durante el despegue y aterrizaje, viajar en grupo si es posible y, en caso de humo, contar las filas hasta la salida más cercana.

El factor humano y la importancia de la preparación

El comportamiento de los pasajeros influye significativamente en la supervivencia. Evacuar con equipaje de mano, por ejemplo, ralentiza la salida y pone en peligro a todos. Seguir las instrucciones de la tripulación y actuar rápidamente son esenciales. La preparación y atención a los anuncios de seguridad son claves, más que la elección del asiento, considerando la baja frecuencia de accidentes mortales.

Conclusión

En definitiva, más allá de la ubicación del asiento, la preparación y la respuesta rápida a las emergencias son los factores determinantes para sobrevivir a un accidente aéreo. Prestar atención a las instrucciones de seguridad y priorizar la evacuación rápida anteponen a la especulación sobre el "asiento más seguro".