Rusia, en su intento por independizar su industria tecnológica de las sanciones occidentales, ha anunciado un avance significativo: la creación de sus propias CPUs multinúcleo para Inteligencia Artificial (IA). Sin embargo, este logro se ve empañado por una dependencia crucial: la falta de GPUs (Graphics Processing Units) de fabricación nacional.

El Reto de la Independencia Tecnológica

Las sanciones impuestas a Rusia tras la invasión de Ucrania buscan obstaculizar el desarrollo de su industria de semiconductores y su acceso a la tecnología de punta. El gobierno ruso, consciente de este desafío, está invirtiendo fuertemente en el desarrollo de su propia tecnología, incluyendo la fotolitografía de ultravioleta extremo, un proceso fundamental en la fabricación de chips.

Graviton: Servidores con CPUs Rusas, GPUs Extranjeras

La compañía Graviton ha presentado su servidor S2124B, un equipo diseñado para aplicaciones de IA y cómputo de alto rendimiento. Este servidor incorpora dos CPUs de 48 núcleos, de diseño y fabricación rusa, probablemente basadas en los chips BE-S1000 de Baikal Electronics. Estos procesadores, con núcleos ARM Cortex-A75, ofrecen un rendimiento adecuado para las tareas de IA.

La Dependencia Continúa: El Talón de Aquiles

A pesar del avance en las CPUs, Graviton aún no ha revelado el origen de las GPUs incluidas en el servidor S2124B. La probabilidad de que se trate de GPUs extranjeras, como las H100 de NVIDIA, es alta. Esto indica que la dependencia de la tecnología extranjera persiste, un obstáculo para la ambición rusa de completa autosuficiencia en el campo de la IA.

El Futuro de la Tecnología Rusa

El servidor S2124B, con capacidad para hasta ocho GPUs y doce unidades de almacenamiento, representa un paso adelante en el desarrollo de infraestructuras de cómputo de alto rendimiento en Rusia. Sin embargo, la dependencia en las GPUs extranjeras pone de manifiesto el largo camino que aún queda por recorrer para alcanzar una total independencia tecnológica. La situación actual deja clara la necesidad de que Rusia siga invirtiendo y desarrollando sus propias soluciones en el campo de las GPUs para poder competir de forma real en el ámbito de la IA a nivel global.

El Impacto de las Sanciones

Las sanciones internacionales han afectado considerablemente el acceso de Rusia a las GPUs de última generación de empresas como NVIDIA y AMD. Si bien el país sigue recibiendo estas piezas, lo hace a través de canales paralelos y en cantidades limitadas, lo cual frena el desarrollo tecnológico en el sector. La brecha tecnológica entre las capacidades de Rusia y las de Occidente en el campo de la IA permanece, y su superación requiere de esfuerzos sostenidos y significativos por parte del gobierno y las compañías del país.