La inmensidad oscura del espacio ha fascinado y desconcertado a la humanidad durante siglos. Incluso para aquellos que han tenido el privilegio de viajar al espacio, como William Shatner, la experiencia puede ser impactante. Él mismo describió la oscuridad espacial como algo "frío, oscuro y negro", un vacío que no tiene comparación con nada en la Tierra.

Una fuente de luz intensa, pero...

El Sol es una fuente de luz increíblemente potente, emitiendo radiación electromagnética en todas direcciones. Sin embargo, la intensidad de esta luz disminuye con el cuadrado de la distancia. Esto significa que mientras más lejos de él se esté, menos luz se recibe. Aunque el espacio cercano a la Tierra recibe una cantidad considerable de radiación solar, esta no ilumina el espacio de forma uniforme como lo hace la atmósfera terrestre.

El vacío: un lienzo negro

Para entender este fenómeno, basta con comparar una bombilla encendida en un espacio abierto con otra en una habitación blanca. La habitación se ilumina uniformemente porque sus paredes reflejan la luz. El espacio, en cambio, es casi un vacío perfecto. No hay partículas suficientes para dispersar la luz y crear una iluminación generalizada. La luz solar está presente, pero no se dispersa; solo es visible directamente desde la fuente o al reflejarse en un objeto.

La atmósfera: la clave de la iluminación terrestre

La atmósfera terrestre, compuesta de partículas que dispersan la luz, es la razón por la que nuestro cielo es azul. La ausencia de una atmósfera similar en el espacio explica la oscuridad. La luz del Sol está ahí, pero no hay nada que la disperse para iluminar el vacío.

En resumen, la oscuridad del espacio no se debe a la ausencia de luz solar, sino a la ausencia de un medio que disperse o refleje esa luz. La pregunta de un niño nos recuerda la belleza y la complejidad del universo, invitándonos a seguir explorando sus misterios.

Fuente: Xataka