El dilema de ASML y las sanciones a China

Países Bajos enfrenta un desafío crucial: mantener a ASML, gigante tecnológico europeo y líder en la fabricación de equipos de litografía ultravioleta extrema (UVE), esenciales para la producción de chips de vanguardia. Las sanciones de Estados Unidos a China han afectado las ventas de ASML, proyectando una disminución del 15% en el mercado chino. Esta situación, sumada a la posibilidad de que ASML se mudara a Francia, llevó al gobierno neerlandés a implementar un plan audaz conocido como "Operación Beethoven".

La "Operación Beethoven": más que una estrategia económica

Iniciada a principios de marzo de 2024, la "Operación Beethoven" no se limita a incentivos económicos. El plan contempla una inversión de 2.500 millones de euros para mejorar la calidad de vida en Eindhoven, ciudad cercana a la sede de ASML. Esta inversión, con la colaboración de ASML y otras empresas tecnológicas neerlandesas (incluyendo 230 millones de euros aportados por ASML y Philips), busca crear un ambiente propicio para que la empresa se sienta valorada y decida permanecer en Países Bajos. Las mejoras en vivienda, transporte, educación e infraestructura eléctrica buscan atraer y retener talento, un factor clave para ASML.

Un cambio de estrategia geopolítica

El gobierno holandés ha realizado un cambio de estrategia notable, pasando de una postura más cautelosa a una defensa abierta de los intereses de ASML en el mercado chino. Las conversaciones entre el ministro de Economía neerlandés y el subsecretario de Comercio estadounidense pusieron de manifiesto la importancia de China como socio comercial y la necesidad de permitir que ASML opere con la máxima libertad posible.

El futuro de ASML en Países Bajos

La "Operación Beethoven" representa un esfuerzo estratégico para asegurar el futuro de ASML en Países Bajos. El plan va más allá de incentivos puramente económicos, enfocándose en la calidad de vida de sus empleados y en una defensa activa de sus intereses comerciales globales. El éxito de este plan podría sentar un precedente para cómo los gobiernos pueden equilibrar la geopolítica con la necesidad de mantener a las empresas tecnológicas clave dentro de sus fronteras.

Fuente: Xataka