Un olor misterioso en la Estación Espacial Internacional
Un incidente inusual ocurrió en la Estación Espacial Internacional (ISS) cuando un fuerte olor, descrito como similar al de pintura en aerosol, inundó la estación tras el acoplamiento de la nave de carga rusa Progress MS-29. El olor, junto con pequeñas gotas flotantes, obligó a los cosmonautas a cerrar rápidamente la escotilla como medida de precaución y utilizar equipos de protección.
La investigación de la NASA
La NASA activó inmediatamente los purificadores de aire para eliminar posibles contaminantes y garantizar la seguridad de la tripulación. Tras una investigación, se determinó que el origen del olor era una "desgasificación de materiales" dentro del compartimento presurizado de la nave rusa, un fenómeno relativamente común en el espacio. Los sistemas de ventilación y limpieza de aire fueron activados y se realizaron inspecciones y limpiezas adicionales.
El olor desaparece, sin riesgos de contaminación
Finalmente, el olor se disipó por completo, permitiendo el traslado de tres toneladas de alimentos, combustible y suministros a la ISS. La NASA confirmó que la calidad del aire volvió a la normalidad, descartando cualquier riesgo de contaminación para los astronautas. La nave Progress MS-29, responsable del incidente, permanecerá acoplada a la ISS durante seis meses y luego se utilizará como contenedor de desechos antes de su reentrada a la atmósfera.
Preocupaciones preexistentes y el futuro de la ISS
Este incidente se suma a una serie de problemas previos relacionados con el módulo Poisk de la ISS, incluyendo una fuga de aire que generó preocupación en el pasado. Un informe reciente de la NASA advertía sobre la posibilidad de un "fallo catastrófico" si estos problemas no se solucionaban. A pesar de esto, las autoridades rusas han minimizado la situación y no se han implementado soluciones definitivas. La ISS, con una vida operativa planificada hasta 2030, se retirará de órbita y se desintegrará en la atmósfera tras esa fecha.
La NASA, por su parte, se concentra en misiones tripuladas a la Luna y Marte, delegando la construcción de una nueva estación espacial a empresas privadas.
