Un Declive Inesperado

La caída de la tasa de natalidad en países desarrollados ya no sorprende. Pero un fenómeno similar, incluso más acelerado, se observa en naciones en desarrollo, desafiando la creencia de que la baja fertilidad es exclusiva de las naciones ricas. El descenso es tan alarmante que evoca la distopía de la película "Hijos de los hombres", donde la infertilidad global causa un colapso social.

Ejemplos Globales

Alemania, con una tasa de natalidad en mínimos históricos, ilustra el problema. Sin embargo, la disminución es más pronunciada en las regiones menos prósperas del país, demostrando que el factor económico no es el único determinante. India, el país más poblado del mundo, presenta una preocupante disminución de la fertilidad, incluso en estados sureños con tasas similares a las de países europeos, pero con ingresos per cápita considerablemente menores.

Desmintiendo Mitos

La idea de que la baja natalidad está limitada a países desarrollados es un mito. El cambio demográfico se está acelerando a nivel mundial, con países como Filipinas experimentando una drástica reducción en su tasa de fertilidad en un corto período. Esta rápida transformación global ha hecho que el problema sea difícil de gestionar, y sus consecuencias se intensifican.

Las Consecuencias

El envejecimiento poblacional impone tensiones sociales y económicas significativas, que son especialmente difíciles de manejar en países pobres con menos recursos. Un estado indio, Andhra Pradesh, muestra la paradoja: una tasa de fertilidad similar a la de Suecia, pero con un ingreso per cápita 28 veces menor. La pregunta crucial es: ¿cómo enfrentarán estos países las consecuencias de un envejecimiento acelerado?

El Papel de la Urbanización

Muchos demógrafos señalan la urbanización como un factor principal en la caída de la natalidad. La rápida urbanización de África, por ejemplo, coincide con una fuerte disminución en las tasas de fertilidad. Si bien existen otros factores, las ciudades parecen generar incentivos socioculturales y económicos que conducen a una menor natalidad. La creciente urbanización mundial, proyectada a alcanzar el 66% en 2050, intensifica la preocupación.

¿Hay una Solución?

La falta de respuestas efectivas es una realidad. El modelo de ciudades hiperproductivas parece ser la norma, y la humanidad se encamina hacia un mundo con menor población. Las consecuencias más devastadoras probablemente recaigan sobre los países más desfavorecidos, que enfrentan un futuro incierto ante esta crisis demográfica silenciosa.

Fuente: Xataka