El mundo de la música se ha sorprendido con la historia de "Las Nenas", un grupo de pop español que ha resultado estar íntegramente generado por inteligencia artificial. La pista estaba en sus nombres: Viviana, Claudia y Naiara, con las siglas IA ocultas.

El Engaño Destapado

El grupo ganó popularidad con su álbum debut, "Último baño", pero las sospechas sobre su autenticidad llevaron a la revelación de su secreto: su música y voces eran producto de la IA. Aunque sus letras fueron escritas por humanos, la omisión de este detalle tuvo consecuencias: sus canciones fueron retiradas de plataformas como Spotify, Deezer, Apple Music y YouTube por su distribuidora, Altafonte.

El Manifiesto Pro-IA y el Futuro de la Música

Ante la controversia, "Las Nenas" publicaron un manifiesto en Instagram defendiendo su proyecto como un experimento artístico y un juego. Argumentan que su intención no era engañar, sino compartir música que consideraban buena. Incluso, invitan a otros a crear sus propias canciones de "Las Nenas" utilizando la aplicación Udio, compartiendo prompts y métodos de composición.

El Debate Ético y Legal

El caso de "Las Nenas" abre un debate crucial sobre los límites éticos y legales del uso de la IA en la creación artística. La utilización de material preexistente sin permiso, la imposibilidad de cobrar derechos de autor por obras generadas por IA, y la cuestión de la identidad (el grupo se hacía pasar por un trío femenino), son temas clave que deben ser abordados. La experiencia, aunque con una capa inicial de engaño, podría ser un punto de partida para explorar el potencial colaborativo de la IA en la música.

El Arte en la Era de la IA

La historia de "Las Nenas" plantea la pregunta: ¿puede la IA crear arte? Más allá de las implicaciones éticas y legales, la tecnología de la IA ofrece nuevas herramientas para la expresión artística. Sin embargo, es imperativo establecer directrices claras para evitar la explotación y garantizar la transparencia en su uso. El futuro de la creación artística en la era de la IA depende de nuestra capacidad para regular su uso de manera ética y responsable.

Fuente: Xataka