El turismo masivo ha llegado a un lugar inesperado: la aldea de Papá Noel en Rovaniemi, Finlandia. Este enclave navideño, que atrae a más de 600.000 visitantes al año, está experimentando un auge turístico sin precedentes, con 1.2 millones de pernoctaciones en 2023, un 30% más que en 2022. La popularidad del Ártico como destino invernal, junto con nuevas rutas aéreas, ha desatado esta avalancha de visitantes deseosos de disfrutar de paseos en trineo de renos, bares de hielo y encuentros con el mismísimo Santa Claus.
Un éxito económico con un alto coste social
Si bien este boom turístico genera importantes ingresos para hoteles, restaurantes y comercios locales, la realidad para los residentes de Rovaniemi es muy diferente. La afluencia masiva de turistas, que en temporada alta supera diez veces la población de la ciudad, está saturando la infraestructura y transformando el centro urbano en un espacio abarrotado e irrespirable. El fotógrafo Antti Pakkanen, junto a otros residentes, ha expresado su preocupación por el impacto negativo del sobreturismo.
El problema de los alquileres vacacionales
La proliferación de alquileres vacacionales a corto plazo, especialmente durante la Navidad, está agravando la situación. Estos alquileres han desplazado a residentes permanentes, incrementando los precios del alquiler y reduciendo drásticamente la disponibilidad de viviendas. A pesar de que la ley finlandesa prohíbe los alojamientos profesionales en edificios residenciales, la falta de control en su aplicación está permitiendo que este problema se agrave.
Un debate entre economía y calidad de vida
La situación ha generado un intenso debate en la comunidad. Mientras algunos exigen regulaciones más estrictas para proteger a los residentes y preservar la identidad local de Rovaniemi, otros destacan los beneficios económicos del turismo. La alcaldesa Ulla-Kirsikka Vainio, por ejemplo, se inclina por la segunda postura. La gerente del hotel Original Sokos, Tiina Maatta, predice otro año récord para el turismo en 2024, lo que indica que las regulaciones necesarias para equilibrar el turismo masivo y las necesidades de los residentes aún tardarán en llegar.
El atractivo innegable de la Navidad en el Ártico
A pesar de las críticas, la aldea de Papá Noel sigue siendo un destino mágico para muchos visitantes. La magia navideña, las auroras boreales y la atmósfera única del Ártico atraen a turistas de todo el mundo, como Joy, una turista de Bangkok, que describe Rovaniemi como el lugar perfecto para vivir una experiencia navideña inolvidable. Este auge turístico refleja el creciente interés global por las culturas nórdicas y las experiencias invernales auténticas.
La experiencia de Rovaniemi refleja la dualidad del turismo: un motor económico que puede generar prosperidad, pero también un factor de tensión social y ambiental si no se gestiona adecuadamente. La situación en el pueblo de Papá Noel se suma a los problemas similares que ya enfrentan ciudades como Barcelona o Florencia, demostrando la necesidad de encontrar un equilibrio entre el desarrollo turístico y la calidad de vida de los residentes locales.
Fuente: Xataka