La tensión entre China y Taiwán ha escalado a niveles sin precedentes en décadas. Un despliegue militar sin igual ha situado a 53 aviones y 90 buques de guerra chinos frente a las costas de la isla, generando preocupación internacional.

El mayor despliegue militar en tres décadas

Este masivo movimiento naval y aéreo representa el mayor despliegue militar chino en la región en casi 30 años, superando incluso los ejercicios previos a las elecciones presidenciales taiwanesas de 1996. Las operaciones, aparentemente coordinadas desde diferentes comandos militares chinos, ejercen una intensa presión sobre Taiwán.

¿Simulacro o amenaza real?

Aunque China no ha anunciado oficialmente maniobras militares, Taiwán interpreta el despliegue como una demostración de fuerza con posibles motivaciones políticas. Se especula sobre una posible relación con la reciente visita del presidente taiwanés, Lai Ching-te, a Estados Unidos. La magnitud del despliegue lleva a cuestionarse si se trata de un simulacro de invasión o de una estrategia de intimidación a gran escala.

Respuesta de Taiwán y la comunidad internacional

Ante esta situación, Taiwán ha elevado su nivel de alerta a máximo, reforzando sus defensas. El Ministerio de Relaciones Exteriores taiwanés ha condenado enérgicamente las acciones chinas, denunciándolas como una amenaza a la estabilidad regional. La comunidad internacional observa con creciente inquietud la escalada de la tensión, especialmente considerando la posición de Estados Unidos y sus aliados en la región.

El contexto geopolítico

Las tensiones entre China y Taiwán tienen raíces profundas, enraizadas en la visión china de la isla como una provincia rebelde. El presidente Xi Jinping ha recalcado en repetidas ocasiones la "reunificación" con Taiwán, sin descartar el uso de la fuerza. Esta situación se ve agravada por el continuo apoyo de Estados Unidos a Taiwán, incluyendo la venta de armamento, lo que provoca fuertes protestas de China.

Análisis y perspectivas

Si bien algunos analistas lo consideran una exhibición de poder, la escala del despliegue militar chino ha despertado serias preocupaciones sobre una posible agresión. Las reacciones internacionales, incluyendo las declaraciones de apoyo a Taiwán por parte de figuras como el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, indican la complejidad del panorama geopolítico. Los analistas siguen de cerca la situación, evaluando si estos movimientos representan una estrategia a largo plazo para presionar a Taiwán o si presagian una escalada más peligrosa del conflicto.

Fuente: Xataka