La Unión Europea ha impuesto aranceles a los coches eléctricos chinos, argumentando que reciben subvenciones estatales que les otorgan una ventaja injusta. Esta medida, implementada en octubre de 2024, busca proteger a los fabricantes europeos y fomentar la inversión china en el continente, pero no está obteniendo el resultado deseado.
Polémica entre la UE y China
China se opone a estos aranceles, calificándolos de ataque a la innovación independiente. La medida ha tenido un impacto desigual: Tesla, que produce en China, recibe un arancel del 7,8%, mientras que BYD se enfrenta a un 17%, y otras empresas chinas, como SAIC, a un 35,3%. La falta de atracción de inversión es un punto clave, y BYD considera que las políticas europeas son contraproducentes para la producción en Europa.
Impacto en el empleo y la producción
El CEO de BYD Iberia, Alberto de Aza, ha expresado su preocupación por la nueva normativa de emisiones de la UE (vigente en 2025), que impone fuertes multas por superar los límites de CO2. De Aza advierte que esta normativa podría forzar el cierre de alguna planta de producción, ya que obliga a las compañías a reducir la fabricación de vehículos de combustión y aumentar la de eléctricos e híbridos enchufables. Esto, según BYD, podría llevar a las compañías chinas a obtener una cuota de mercado del 10%, pero no necesariamente a aumentar su producción en Europa.
El dilema de los fabricantes europeos
Grandes fabricantes europeos como Volkswagen y Stellantis ya están reduciendo su producción y plantilla en países como Alemania e Italia, enfrentándose a la presión de los aranceles y las nuevas normativas. China, por su parte, ha ordenado a sus fabricantes que detengan las inversiones en Europa como medida de presión. Países como Marruecos y Turquía, con acuerdos comerciales especiales con la UE, se presentan como alternativas atractivas para la producción de vehículos eléctricos.
Las nuevas normas están creando un panorama complejo. BYD estima que será sencillo para los fabricantes chinos ganar un 10% de cuota de mercado. Sin embargo, el panorama es complejo, puesto que la medida buscaba precisamente el efecto contrario. La UE se enfrenta a un problema industrial de importancia, según BYD, mientras que otras opciones como los coches híbridos enchufables ofrecen alternativas atractivas en el mercado. Todo este panorama genera incertidumbres significativas para el futuro de la industria automotriz en Europa.
Fuente: Xataka