El sorpresivo liderazgo de Chile

Chile está dejando atrás el carbón a un ritmo sorprendente, superando incluso a gigantes como China e India. Esta rápida transición se debe a una combinación de factores: una fuerte presión de grupos ambientalistas, la implementación del primer impuesto al carbono de Sudamérica y una decidida apuesta por las energías renovables.

Un cambio radical en la matriz energética

Hace una década, el carbón representaba la mitad de la generación eléctrica chilena. Para 2024, esa cifra se redujo drásticamente a menos del 16%, un descenso significativo que posiciona a Chile como un líder en la transición energética. Esta transformación se debe principalmente a un aumento exponencial en la producción de energía eólica y solar, que actualmente alcanzan un 66.8% del total.

El poder del impuesto al carbono

La introducción de un impuesto al carbono fue crucial. Este gravamen, pionero en Sudamérica, incrementó los costos de las plantas de carbón en un 30%, volviéndolas menos competitivas frente a las energías renovables. Además, las centrales de carbón ya existentes también debían pagar este impuesto, convirtiendo la producción con carbón en un negocio poco rentable.

El camino hacia un futuro renovable

Chile no solo está reduciendo su dependencia del carbón, sino que también está proyectando su eliminación completa para el año 2030. Incluso, algunas centrales de carbón relativamente nuevas cerrarán antes de lo previsto. La meta es que las energías renovables representen entre el 80% y el 90% de la matriz energética para esa fecha.

Un modelo replicable

La transición energética chilena no ha estado exenta de desafíos, incluyendo la necesidad de subsidios para estabilizar los precios de la energía en 2022. Sin embargo, a largo plazo, la apuesta por las renovables ha demostrado ser más económica y sostenible. Expertos consideran que el modelo chileno podría ser replicado en otras partes del mundo, demostrando el potencial de políticas públicas enfocadas en incentivar la transición hacia energías limpias.

El futuro de la energía chilena

El país austral se consolida como un ejemplo de cómo una combinación de políticas públicas, presión social y un mercado favorable pueden acelerar la transición energética. Si bien aún enfrenta retos, el camino trazado por Chile inspira a otras naciones a explorar alternativas energéticas más sostenibles y a reducir su dependencia de combustibles fósiles.


Fuente: Xataka