El regreso a la presencialidad está generando un impacto negativo en muchas empresas. La imposición de jornadas laborales completamente presenciales o con una reducción significativa del teletrabajo está provocando una fuga de talento inesperada.

El alto coste de la presencialidad obligatoria

Un estudio reciente de la Universidad de Pittsburgh, basado en el análisis de tres millones de empleados de 54 empresas del S&P 500, muestra una correlación directa entre el endurecimiento de las políticas de regreso a la oficina y la renuncia de empleados altamente cualificados. Las empresas están perdiendo a sus mejores trabajadores, y la dificultad para encontrar reemplazos es cada vez mayor.

Consecuencias negativas en la contratación

Los datos revelan que el tiempo necesario para cubrir vacantes dejadas por empleados cualificados se incrementa en un 23%, mientras que la tasa de contratación disminuye un 17%. Es decir, las empresas no solo pierden talento, sino que además tienen serias dificultades para reemplazarlo, lo que indica un problema creciente en la atracción de nuevo talento.

¿Una cuestión de poder?

El estudio sugiere que, en muchos casos, la insistencia en el regreso a la oficina no se basa en una mejora de la productividad, sino en una estrategia de control por parte de los gerentes. Se apunta a que el mandato de vuelta a la oficina se utiliza para consolidar el poder y culpar a los empleados por posibles problemas de rendimiento.

La productividad no mejora con la presencialidad

Investigaciones anteriores también apuntan a que el teletrabajo no afecta negativamente a la productividad. Un estudio de la Universidad de Pittsburgh concluyó que no se observó una mejora en la productividad tras el regreso a las oficinas. De hecho, muchas empresas están comprobando que la medida tiene consecuencias negativas.

Ejemplos de empresas afectadas

Incluso empresas como Amazon han experimentado dificultades con la vuelta a la oficina, experimentando problemas de espacio en sus oficinas. Varias encuestas revelan que un porcentaje significativo de gerentes admite haber utilizado las políticas de retorno como una forma de forzar la renuncia de empleados.

Un cambio cultural en la búsqueda de empleo

La flexibilidad laboral se ha convertido en un factor clave para los empleados, ya no es un beneficio adicional, sino una expectativa. Muchos empleados están dispuestos a renunciar a sus puestos si se les exige un regreso obligatorio a la oficina, destacando el cambio de paradigma en el mercado laboral.

Fuente: Xataka