Un olor extraño invade la ISS

Un evento inusual ha ocurrido en la Estación Espacial Internacional (ISS). Tras el acoplamiento de la nave de carga rusa Progress MS-29, los cosmonautas reportaron un olor intenso y la presencia de pequeñas gotas en el aire, lo que provocó el cierre inmediato del acceso a la nave. El incidente ha generado preocupación entre la tripulación y los controladores de tierra.

Descripción del olor

Mientras los cosmonautas rusos describieron el olor como "tóxico", el astronauta de la NASA Don Pettit lo comparó con el olor a pintura en aerosol. Esta discrepancia en la descripción añade misterio a la situación y exige una investigación más exhaustiva para determinar la fuente y la naturaleza del olor.

Medidas de seguridad

Ante la situación, se activaron inmediatamente los sistemas de purificación de aire tanto en el segmento ruso como en el estadounidense de la estación. Los cosmonautas rusos utilizaron equipos de protección personal mientras se realizaban los protocolos para la contención y purificación del aire. La rapidez de la respuesta sugiere un alto nivel de preocupación por la posible toxicidad del olor.

Alcance del olor

El olor no se limitó al módulo ruso. El astronauta de la NASA Don Pettit, desde el Nodo 3 del segmento estadounidense, también percibió el olor, aunque con una descripción diferente a la proporcionada por sus colegas rusos. Esta dispersión del olor indica que el origen podría estar en un punto de la estación espacial más accesible que lo inicialmente planteado.

Investigación en curso

Roscosmos, la agencia espacial rusa, está llevando a cabo una investigación para determinar la fuente del olor y las pequeñas gotas. Se están siguiendo protocolos para abrir de forma segura la escotilla entre el módulo Poisk y la Progress, priorizando la seguridad de la tripulación. La investigación es crucial para descartar cualquier amenaza a la salud de los astronautas y la estabilidad operativa de la ISS.

Precedentes

Este incidente no es el primero que involucra problemas con las naves rusas en la ISS. En el pasado se han reportado fugas de refrigerante en la Soyuz y en la Progress, incluso filtraciones de aire en el módulo Zvezda. Estos incidentes previos resaltan la necesidad de un mantenimiento riguroso y una investigación exhaustiva de este nuevo evento.

Contexto de la situación

Mientras la ISS se acerca a su fin de vida útil en 2030, Rusia planea lanzar su propia estación espacial. Este proyecto, unido a los incidentes recientes, plantea interrogantes sobre la fiabilidad del equipo espacial ruso y la continuidad de la cooperación internacional en el espacio.

Fuente: Xataka