El gigante asiático se enfrenta a un dilema
China, líder mundial en la industria solar, se encuentra en una encrucijada. Su explosivo crecimiento, con más del 80% del suministro global, ha generado una sobreproducción sin precedentes. Este éxito descontrolado ha llevado a una caída drástica de los precios, pérdidas financieras significativas para las empresas (hasta un 60% respecto a 2023), y tensiones comerciales internacionales.
Un mercado saturado
Ante esta situación, el gobierno chino ha emitido una alerta sobre la sobresaturación del mercado. La preocupación principal radica en la falta de inversión en investigación e innovación, un factor crucial para el desarrollo a largo plazo del sector. La competencia voraz y la búsqueda de eludir aranceles de países como Estados Unidos, han impulsado la expansión a mercados emergentes, exacerbando el problema de la sobreproducción.
Medidas de control gubernamental
Para frenar esta tendencia, el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información (MIIT) ha implementado medidas para regular la producción. Entre ellas, se destaca el aumento del capital mínimo requerido para nuevos proyectos, con el objetivo de asegurar la viabilidad financiera de las empresas y evitar inversiones especulativas.
El desafío del almacenamiento
La problemática no se limita a la sobreproducción de paneles. La capacidad de almacenamiento de energía es insuficiente para gestionar el excedente generado, lo que representa un obstáculo significativo para la eficiencia del sistema. A pesar de la existencia de baterías, la infraestructura necesaria para almacenar eficazmente la energía solar aún no está plenamente desarrollada.
El futuro incierto
La expansión hacia países como Vietnam y Camboya, enfrentará la creciente competencia y la saturación del mercado. Si bien el gobierno chino continuará apoyando la industria solar con incentivos, el control de la sobreproducción y la inversión en innovación son cruciales para asegurar un futuro sostenible para este sector clave.
Un futuro en la balanza
El futuro de la energía solar en China pende de un hilo. La capacidad de respuesta del gobierno, la adaptación de las empresas y la innovación tecnológica serán determinantes para convertir este boom en un éxito a largo plazo, o si por el contrario, se convertirá en una burbuja a punto de estallar.
Fuente: Xataka