Un avance revolucionario en el campo de la energía ha sido anunciado por investigadores chinos: la creación de células hidrovoltaicas capaces de generar electricidad sin necesidad de luz solar. Estas innovadoras células solo requieren agua y calor ambiental para funcionar, abriendo un abanico de posibilidades para la generación de energía en zonas con poca luz solar o recursos hídricos limitados.
Funcionamiento de las células hidrovoltaicas
Estas células funcionan mediante la interacción del agua con otras superficies, generando electricidad a través de un proceso complejo. El diseño ingenioso incluye una capa de negro de carbono y papel tisú, creando una bicapa heterogénea. El flujo capilar del papel y las fluctuaciones de temperatura ambiental permiten una circulación continua de agua, provocando evaporación y, consecuentemente, la producción de electricidad.
Sorprendentemente, la luz solar intensa incluso aumenta la producción de energía. El negro de carbono absorbe la luz, calentándose por efecto fototérmico. Este aumento de calor incrementa la humedad dentro de la célula, mejorando aún más la generación de electricidad. Este descubrimiento amplía la versatilidad de las células, permitiéndoles funcionar eficientemente incluso con luz solar directa.
Resultados y aplicaciones
Los investigadores demostraron la estabilidad de su sistema en pruebas que duraron 160 horas continuas. Esta duración prolongada, unida a la necesidad mínima de agua, las convierte en una opción ideal para regiones áridas y con escasez de recursos hídricos. Su independencia de la luz solar directa las hace aptas para generar energía ininterrumpidamente, tanto de día como de noche.
Si bien las células solares fotovoltaicas mantienen una mayor eficiencia y desarrollo tecnológico, las células hidrovoltaicas ofrecen una alternativa complementaria, especialmente útil en lugares donde la energía solar es limitada. Su uso podría extenderse a áreas remotas o con climas adversos, diversificando las fuentes de energía y reduciendo la dependencia de sistemas tradicionales.
La necesidad de almacenamiento de energía mediante baterías seguiría siendo relevante, independientemente del tipo de célula utilizada. Sin embargo, la existencia de esta tecnología abre nuevas posibilidades para la combinación de diferentes sistemas energéticos, optimizando la producción y el consumo de energía.
Esta innovación representa un gran salto hacia una generación de energía más sostenible y accesible, con aplicaciones potenciales en diversas áreas. Las células hidrovoltaicas podrían ser la clave para resolver problemas energéticos en regiones con desafíos geográficos y climáticos.
Fuente: Xataka