¿Alguna vez te has preguntado qué sucede con la ropa usada que donas a contenedores de caridad? Una investigación de Greenpeace utilizando rastreadores AirTag ha revelado una impactante realidad: la mayoría de la ropa no llega a tener una segunda vida.
Una red turbia de residuos textiles
El estudio de Greenpeace expone una preocupante red de circulación de residuos textiles, donde la responsabilidad de los ayuntamientos y autoridades públicas parece esquivarse. Miles de prendas con AirTags fueron rastreadas, mostrando un panorama desolador.
El problema de la reutilización
Un estudio de la Agencia Europea del Medio Ambiente (EEA) señala que en 2020 se generaron 6,95 millones de toneladas de residuos textiles en la UE, es decir, unos 16 kg por persona al año. En España, la cifra es aún mayor: 20 kg por persona, pero solo se recogen 2,1 kg para reutilización (apenas un 4%).
El seguimiento con AirTags
Greenpeace rastreó 29 prendas donadas en contenedores y tiendas, utilizando AirTags. Los resultados son sorprendentes: solo una prenda llegó a una tienda de segunda mano en Rumanía. Aproximadamente la mitad de las prendas se quedaron en España, sin un destino claro ni reutilización. El resto viajó miles de kilómetros a países de Sudamérica, África y Asia, sin garantía de una segunda vida.
Un sistema fallido
Greenpeace denuncia la gestión irregular de los residuos textiles, señalando a los ayuntamientos por eludir su responsabilidad. Además, el estudio resalta que hasta el 40% de la ropa usada recibida en países como Kenia se considera de "muy mala calidad", cuestionando la eficiencia de las donaciones.
Conclusión
La investigación con AirTags revela un problema estructural en la gestión de residuos textiles, con un bajo porcentaje de reutilización y una gran cantidad de ropa que termina en vertederos o en países en desarrollo sin una segunda oportunidad. La falta de transparencia y responsabilidad en la gestión pública se suma a la baja calidad de mucha de la ropa donada.
Fuente: Applesfera