La violencia en México es un problema que se ha agudizado en los últimos años. Ante esta situación, la nueva presidenta, Claudia Sheinbaum, ha presentado un plan de seguridad con tres pilares para intentar erradicarla.
El primer pilar del plan es atender las causas de la violencia, como la falta de oportunidades para los jóvenes. Sheinbaum, que ya puso en marcha un plan similar en Ciudad de México, busca ofrecer educación, empleo y oportunidades a los jóvenes para que no se vean tentados a unirse al crimen organizado.
El segundo pilar es consolidar la Guardia Nacional, una organización que se ha vuelto indispensable para las tareas que la policía no puede afrontar. La presidenta, sin embargo, insiste en que no se trata de militarizar el país, sino de aprovechar las capacidades de las fuerzas armadas para mejorar la seguridad.
El tercer pilar es el uso de la inteligencia para anticiparse a los delitos. Sheinbaum y su secretario de seguridad, Omar García Harfuch, consideran que es fundamental luchar contra la impunidad y que, para ello, es necesario analizar datos, identificar patrones y comprender las dinámicas criminales para poder actuar de forma preventiva.
El plan de Sheinbaum, aunque se ha recibido con esperanza, también ha sido criticado por algunos. Algunos expertos consideran que las medidas tomadas a nivel local no siempre son efectivas a nivel nacional, y que la corrupción política y policial sigue siendo un gran obstáculo para la seguridad.
El futuro de la seguridad en México se encuentra en manos de Claudia Sheinbaum y su nuevo gobierno. El camino que se ha trazado es ambicioso, pero requiere de un esfuerzo conjunto para lograr un cambio significativo en la situación.
Fuente: Xataka