En un escenario geopolítico complejo, Rusia ha revivido el festival Intervision, un evento musical que busca desafiar la influencia de Eurovisión. ¿Será un éxito o una estrategia política disfrazada de evento cultural?

Un Festival con Raíces Soviéticas

Intervision, con raíces en la era soviética de los años 60 y 70, renace como una alternativa al popular concurso europeo. Su regreso, ordenado por Vladimir Putin, se presenta como un contrapeso cultural y político en medio de las tensiones internacionales.

Participantes y Ambición Global

El festival, que se celebrará el 20 de septiembre en Moscú, contará con la participación de una veintena de países, incluyendo a naciones de los bloques BRICS y CEI, así como la sorprendente inclusión de Estados Unidos. La organización espera convertirlo en un competidor real de Eurovisión, aunque la tarea se presenta compleja.

Más Allá de la Música: Geopolítica y Cultura

La iniciativa no se limita a la música. El Kremlin busca desafiar el dominio cultural occidental y los valores que Eurovisión representa, incluyendo su asociación con la comunidad LGBTQ+. La senadora rusa Liliya Gumerova llegó a promocionar Intervision como un espacio para la "música real", en contraposición a supuestos "valores falsos" de Eurovisión.

Desafíos y Dudas

El nuevo festival enfrenta obstáculos significativos: su baja visibilidad en redes sociales, la dificultad de coordinar las transmisiones con artistas de países en husos horarios tan distintos y la pregunta de si la apuesta por los valores conservadores resonará con una audiencia global acostumbrada a la diversidad de Eurovisión. A pesar de su ambicioso objetivo, el éxito de Intervision como alternativa viable a Eurovisión dependerá de su capacidad de lograr una audiencia considerable y crear un impacto cultural y mediático que compita con el peso internacional del concurso europeo.

El Objetivo: Un Contrapeso Cultural

El análisis de expertos sugiere que el objetivo principal de Putin es crear un contrapeso cultural a Eurovisión, desafiando el dominio cultural occidental y ofreciendo una alternativa que represente valores conservadores. Sin embargo, el camino hacia este objetivo está lleno de desafíos logísticos y culturales.

Fuente: Xataka