España debe liberalizar el servicio de Cercanías, un mandato europeo derivado del Cuarto Paquete Ferroviario de 2016. Sin embargo, el país se resiste a implementar estos cambios. La CNMC ha vuelto a instar a la liberalización, pero la realidad es otra.

La obligación de liberalizar

España está obligada a licitar todos los servicios de Cercanías mediante concurso público. Los plazos, originalmente fijados para 2023 (licitación) y 2024 (adjudicación), no se han cumplido. La CNMC lanzó una consulta pública en 2024 para recabar información sobre los servicios de cercanías y media distancia y su próxima licitación.

Estos plazos podían ampliarse si existía un contrato vigente. Según informaciones periodísticas, el contrato actual de Renfe, que se extendía hasta 2027, ha sido modificado mediante una adenda no pública para retrasar la liberalización.

Retrasos y posibles maniobras

Fuentes apuntan a que el Gobierno y Renfe firmaron una adenda al contrato para retrasar la liberalización del 3% del valor del contrato (más de 1.000 millones de euros) hasta 2028. La intención parece ser mantener el servicio en manos de Renfe.

Se argumenta que no se pudieron determinar las obligaciones de servicio público antes del 1 de enero de 2026, lo que justifica la extensión del contrato. Esto retrasa la liberalización un año más allá de lo planeado inicialmente.

El panorama general

La liberalización de Cercanías no es un caso aislado. El ministro de Transportes, Óscar Puente, ha criticado el sistema actual, alegando que Renfe, al ser un servicio público, opera en desventaja frente a Ouigo e Iryo, que pueden escoger los corredores más rentables. Renfe, en cambio, debe prestar servicio en líneas menos rentables, como la Madrid-Extremadura.

La llegada de Ouigo e Iryo ha afectado a Renfe, especialmente en cuanto a precios. Si bien Renfe tiene obligaciones de servicio público que sus competidores no tienen, la competencia ha reducido los precios de la alta velocidad, y se ha registrado un volumen de pasajeros sin precedentes. Los precios de los trenes nunca han estado tan bajos.

La experiencia europea

Otros países europeos han liberalizado sus servicios de cercanías, pero con matices. En Alemania, una filial de Deutsche Bahn (el equivalente alemán de Renfe) ganó la licitación de la S-Bahn de Berlín, mientras que otras redes son operadas por empresas privadas. En Francia, Renfe perdió la licitación en algunas líneas frente a SNCF (la Renfe francesa), y en Italia Renfe ha logrado entrar parcialmente en el mercado. Reino Unido, que tuvo un sistema liberalizado, ahora busca revertirlo y volver a un modelo de monopolio debido a los problemas de servicio.

En resumen, la situación en España muestra una resistencia a la liberalización del servicio de Cercanías, con plazos que se extienden hasta 2028, lo que plantea interrogantes sobre la competencia y la eficiencia del sistema ferroviario español.

Fuente: Xataka