El inesperado acercamiento entre dos gigantes

Intel, otrora gigante de los procesadores, busca un salvavidas en Apple. Después de años de declive, marcado por su fracaso en el mercado móvil y la creciente dominación de ARM y Nvidia, Intel intenta una estrategia audaz: convencer a Apple de invertir en su compañía. La información, según Bloomberg, apunta a que este acercamiento podría ser el inicio de una nueva era en la relación entre ambas empresas.

¿Por qué Apple necesita a Intel?

La respuesta radica en la fabricación local de chips. El gobierno de Estados Unidos, mediante la Ley CHIPS y otras medidas, promueve la producción nacional de semiconductores, ofreciendo incentivos y buscando evitar la dependencia de países como China y Taiwán. Apple, actualmente muy dependiente de TSMC, podría encontrar en Intel una solución para cumplir con estas exigencias nacionales y evadir los aranceles asociados a la fabricación en el extranjero.

Más allá de los procesadores

La colaboración no se limitaría a los procesadores. Después de que Apple diseñara sus propios chips basados en ARM y comprara la división de módems de Intel, el interés actual parece ser la fabricación en masa en suelo estadounidense. Las fábricas de Intel podrían convertirse en la alternativa para la producción de una gran variedad de componentes de Apple, representando una importante inversión de la empresa de Cupertino.

Un juego de alianzas estratégicas

Diversas compañías han invertido recientemente en Intel. El gobierno de EEUU ha adquirido un 10%, Nvidia aportó 5.000 millones de dólares y SoftBank añadió otros 2.000 millones. Apple, por su parte, ha anunciado una inversión de 600.000 millones de dólares en iniciativas nacionales durante los próximos cuatro años, lo que representa una oportunidad ideal para Intel.

¿Un futuro incierto?

Aunque la situación financiera de Intel ha sido delicada, el respaldo del gobierno estadounidense y las inversiones de grandes empresas crean un escenario prometedor. El éxito de esta posible alianza dependerá de la capacidad de Intel para adaptarse a las demandas de Apple y demostrar su viabilidad en el sector. El futuro es incierto, pero la posibilidad de un cambio radical en la dinámica entre Apple e Intel, así como en el panorama de la fabricación de chips en Estados Unidos, está sobre la mesa.

Fuente: Xataka