En Dewsbury, Reino Unido, un empresario construyó una imponente mansión de tres plantas sin los permisos necesarios, generando la ira de sus vecinos.
Una Construcción Monumental
Amir Azam, un empresario del sector del descanso, compró una modesta casa por 275.000€ en 2021. En lugar de una simple ampliación, decidió demolerla y construir una mega mansión, con muros de más de 16 metros de longitud y edificios adicionales en el jardín. Esta decisión desató la furia de los vecinos, quienes denunciaron el impacto visual y la falta de armonía con el resto de las viviendas del vecindario.
Tres Años de Lucha
Tras tres años de batallas legales, un juez ordenó la demolición completa de la mansión. El ayuntamiento rechazó una solicitud de permiso retrospectivo, argumentando que la construcción era "incongruente" con las casas más pequeñas del vecindario y tenía un "impacto opresivo".
Costos Millonarios
La demolición y la restauración del lugar costarán más de 100.000€, un gasto que deberá asumir Azam. El empresario, según la prensa británica, aseguró desconocer la resolución judicial y se abstuvo de hacer comentarios.
Un Problema Recurrente
Este caso no es único. Otros millonarios en Reino Unido y Estados Unidos han enfrentado problemas legales similares por construir mansiones sin los permisos necesarios, resultando en costosas demoliciones. Incluso en España se han registrado casos similares, con viviendas de lujo demolidas por ser ilegales.
Conclusión
La historia de la mega mansión ilegal en Dewsbury sirve como advertencia sobre las consecuencias de ignorar las regulaciones de construcción y el impacto que estas decisiones pueden tener en las comunidades. La victoria de los vecinos demuestra la importancia de la participación ciudadana en la defensa del entorno urbano y la aplicación de las leyes.
Fuente: Xataka