Un sueño millonario convertido en pesadilla

En Dewsbury, Reino Unido, un empresario invirtió 275.000€ en una casa modesta, para luego construir una mega mansión de tres plantas sin los permisos necesarios. La obra, un mastodonte de ladrillo y cemento, desató la ira de los vecinos.

La batalla vecinal

Durante tres años, los residentes lucharon contra la imponente construcción que eclipsaba sus humildes hogares. Argumentaron que la mansión era incongruente con el entorno, opresiva y que afectaba a la calidad de vida del vecindario. Sus quejas fueron escuchadas.

La justicia falla a favor de los vecinos

Tras un largo proceso legal, la justicia ordenó la demolición completa de la mega mansión. El ayuntamiento rechazó una solicitud de permiso retrospectivo, calificando la construcción como de "impacto opresivo" e incompatible con el carácter del vecindario.

Costos millonarios

El empresario Amir Azam deberá afrontar los costos de demolición, que podrían superar los 100.000€. A pesar de la decisión judicial, Azam se ha mantenido en silencio ante la prensa británica.

No es un caso aislado

Este caso no es único. Se han registrado situaciones similares en otros países, donde millonarios han construido mansiones ilegales, enfrentando posteriormente la demolición de sus inversiones. Algunos ejemplos notables incluyen una mansión en Cambridgeshire, Reino Unido, y la famosa mansión inacabada de Mohamed Hadid en Bel Air, Estados Unidos.

El problema en España

Incluso en España, se han registrado casos similares. En Mallorca, 12 viviendas de lujo fueron demolidas por ser ilegales, resultando en la pérdida de millonarias inversiones para sus propietarios.

Conclusión

La historia de la mega mansión demolida de Dewsbury sirve como recordatorio de la importancia de cumplir con las normas urbanísticas. El caso resalta el poder de la comunidad y la capacidad de los vecinos para defender sus derechos y el carácter de sus vecindarios.

Fuente: Xataka