La inteligencia artificial está revolucionando la industria energética. La demanda masiva de electricidad para alimentar los centros de datos de IA ha creado un nuevo mercado lucrativo para las compañías petroleras, que están encontrando formas innovadoras de capitalizar esta tendencia.
El giro inesperado de las petroleras de servicios
Las empresas de servicios petroleros, golpeadas por la caída del fracking, están adaptándose al auge de la IA. Empresas como Solaris Energy Infrastructure aprovechan su experiencia en la industria para instalar unidades de generación eléctrica independientes de la red, alimentadas con gas natural, directamente junto a los centros de datos. Esto ofrece una solución rápida y eficiente para las grandes tecnológicas.
Una solución eficiente y veloz
La velocidad de despliegue es crucial. Estas unidades modulares de gas pueden estar operativas en menos de dos años, a diferencia de las plantas eléctricas convencionales que tardan mucho más. La estabilidad en los precios del combustible también resulta atractiva frente a la volatilidad de la electricidad en la red.
El impacto de la OPEP+ y la geopolítica
La política de la OPEP+, con su sobreproducción de crudo, debilita el fracking y empuja a las compañías a diversificarse. Simultáneamente, la geopolítica añade incertidumbre, destacando la necesidad de fuentes energéticas fiables como el gas natural, un recurso abundante en países como Rusia, Irán y Catar.
Un futuro energético con combustibles fósiles
Se proyecta un crecimiento significativo en el consumo de gas para centros de datos. Se estima que la demanda aumentará considerablemente en la próxima década. Incluso la Agencia Internacional de la Energía prevé un crecimiento continuo en el consumo de petróleo y gas, lo que consolida su importancia en el panorama energético actual.
Retos y riesgos
Sin embargo, existen desafíos. La naturaleza temporal de estas soluciones modulares, su menor eficiencia y los potenciales problemas de contaminación son factores a considerar. La creciente competencia también podría reducir los márgenes de ganancia.
El nuevo escenario energético
En este nuevo contexto, los megavatios se han convertido en el nuevo oro negro, impulsando una convergencia entre distintas compañías que buscan proveer la energía necesaria para la IA. El futuro de la IA y la transición energética están intrínsecamente ligados a esta demanda energética.
Fuente: Xataka