El exceso de carga horaria de los profesores en España: un problema oculto
El Gobierno español ha anunciado una ley para reducir las horas lectivas de los profesores de Infantil, Primaria, ESO y Bachillerato, estableciendo un máximo de 23 horas semanales para maestros y 18 para profesores de instituto. Esta medida, derivada de la Lomloe (Ley Orgánica de Modificación de la Ley Orgánica de Educación), busca solucionar un problema que ha pasado desapercibido durante años: la sobrecarga de trabajo del profesorado.
Horas lectivas en España vs. Europa
En España, especialmente en Primaria, los docentes dedican un 20% más de tiempo a la enseñanza directa que la media europea. Esta situación, heredada en parte de las medidas de austeridad post-crisis, ha llevado a una sobrecarga que afecta la calidad de la educación. Aunque algunas comunidades autónomas han tomado medidas, las recomendaciones de la LOMLOE a menudo se han ignorado.
¿Beneficios de la reducción de horas lectivas?
La evidencia sugiere que la reducción de la carga horaria no perjudica a los estudiantes, sino que mejora el bienestar de los profesores sin consecuencias negativas significativas. Además, es una medida más eficiente en términos de coste que reducir el ratio de alumnos por aula. Una menor carga lectiva también ayuda a equilibrar el trabajo no lectivo, combatiendo la creciente burocracia escolar que erosiona la calidad de la enseñanza.
Más allá de las horas: el panorama de la educación española
Si bien la reducción de horas es un paso importante, la pregunta clave es si es suficiente. La educación debe abordar problemas de segregación, oportunidades y rendimiento, y actualmente se carece de un plan integral para ello. El excesivo tiempo dedicado a tareas administrativas y la falta de recursos impactan la atención individualizada que necesitan los estudiantes. La necesidad de un enfoque más holístico es evidente para abordar estos retos.
La educación es una herramienta poderosa para el progreso, pero es necesario abordar los desafíos sistemáticos para asegurar su efectividad. La reducción de la carga horaria de los docentes es un buen inicio, pero es crucial que el enfoque vaya más allá de esta medida puntual para una verdadera transformación educativa.
Fuente: Xataka