Conductores de Volkswagen ID.4 están demandando a la marca por un presunto defecto de diseño en sus controles hápticos del volante. El problema: la activación accidental del control de crucero adaptativo (ACC) al realizar maniobras de aparcamiento.
Un problema de diseño con consecuencias graves
Según la demanda colectiva presentada ante el Tribunal de Distrito de Nueva Jersey, los mandos capacitivos del volante son demasiado sensibles. Un simple movimiento de la mano puede activar involuntariamente el ACC, provocando aceleraciones inesperadas incluso durante el estacionamiento. Esto ha resultado en numerosos incidentes, algunos con lesiones y daños a la propiedad, reportados a la NHTSA (Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras de EE. UU.).
Los demandantes describen la experiencia como "aterrorizante y desalentadora", haciendo que se sientan reticentes a conducir sus vehículos. Más de una docena de incidentes reportados a la NHTSA involucran colisiones con otros vehículos, paredes u objetos. En tres de estos casos, los ocupantes sufrieron lesiones y, en algunos, la batería del vehículo resultó dañada, lo que en Estados Unidos suele significar la declaración de siniestro total por parte de las aseguradoras.
La respuesta de Volkswagen
Volkswagen reconoció previamente problemas con sus mandos hápticos, admitiendo que la eliminación de botones físicos fue un error. Aunque la marca ha reintroducido botones físicos en modelos más recientes, los conductores afectados de ID.4 argumentan que Volkswagen no ha realizado ningún llamado a revisión para solucionar el defecto en sus vehículos. La demanda también alega que la compañía conocía el problema debido a las numerosas quejas previas.
Consecuencias de la demanda
La demanda busca una indemnización por daños y perjuicios para los demandantes y para todos los propietarios de Volkswagen ID.4 que se unan a la acción legal. Los demandantes exigen un juicio con jurado y una medida cautelar para prevenir más accidentes.
Mientras tanto, Volkswagen ha adoptado medidas correctivas en modelos más nuevos, como el Tiguan, Tayron, ID.7 Tourer y Golf GTI Edition 50, reintroduciendo botones físicos para el control de crucero y ubicándolos de forma más segura en el volante.
La situación pone de relieve la importancia del diseño ergonómico y la seguridad en la tecnología de los vehículos modernos. El caso sirve como advertencia para los fabricantes de automóviles sobre los posibles peligros de priorizar el minimalismo estético por encima de la seguridad y la facilidad de uso.
Fuente: Motorpasión