Tensión en el Báltico: Cazadores europeos interceptan aviones rusos

La tensión geopolítica en Europa del Este ha escalado significativamente tras la incursión de aviones militares rusos en el espacio aéreo de países aliados de la OTAN. Italia, Alemania, Suecia y Finlandia han respondido enviando sus cazas para interceptar y monitorear estas aeronaves, en un despliegue de fuerza que algunos califican de sin precedentes.

Incursiones aéreas rusas: un patrón preocupante

La violación del espacio aéreo estonio por tres cazas MiG-31 rusos, con transpondedores apagados y sin comunicación con el control aéreo, ha generado una fuerte reacción internacional. Este incidente sigue a la entrada de drones rusos en Polonia y Rumanía, intensificando la preocupación por la escalada de la situación.

Respuesta de la OTAN y reacciones políticas

La OTAN ha respondido activando la Operación Eastern Sentry, un despliegue de cazas para monitorear el espacio aéreo. Los ministros de Relaciones Exteriores de los países afectados han condenado enérgicamente estas acciones, calificándolas de "provocaciones deliberadas". Estonia incluso ha solicitado una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU.

El artículo 4 de la OTAN y la escalada del conflicto

Estonia considera invocar el Artículo 4 del Tratado del Atlántico Norte, que permite consultas conjuntas entre aliados ante amenazas a su seguridad. Esta posibilidad refleja la gravedad con la que se percibe la situación y la necesidad de una respuesta coordinada.

¿Una estrategia de desgaste por parte de Rusia?

Analistas sugieren que las acciones de Rusia forman parte de una estrategia de desgaste, con el objetivo de probar los límites de la OTAN, dividir a Occidente y minar el apoyo internacional a Ucrania. El Kremlin, por su parte, niega toda responsabilidad.

El papel de Estados Unidos y el riesgo de conflicto

La incertidumbre rodea el papel de Estados Unidos en la región, con informes que sugieren una posible reducción en la asistencia militar a los países bálticos. Esta situación, combinada con la intransigencia rusa y la posibilidad de un error de cálculo, aumenta considerablemente el riesgo de una confrontación mayor.

Zelensky y una vía diplomática

Mientras la tensión aumenta, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha manifestado su disposición a reunirse con Putin, incluso con la mediación de Donald Trump, para buscar una salida política al conflicto. Sin embargo, las exigencias rusas hacen que esta posibilidad sea, por ahora, poco probable.

La combinación de la tensión aérea, los ataques con drones y la presión diplomática rusa crea una situación de alta tensión que amenaza la estabilidad regional y exige una respuesta firme y coordinada de la comunidad internacional.

Fuente: Xataka