
Intensas lluvias azotan la cuenca del Mediterráneo, generando avisos rojos por riesgo extremo según la AEMET. Sin embargo, estas precipitaciones llegan en un momento crítico para los embalses de la región, especialmente en la cuenca del Segura.
La Situación de la Cuenca del Segura
Después de varios años de sequía, un periodo de abundantes lluvias entre otoño de 2024 y primavera de 2025 logró recuperar los niveles de agua en la mayoría de las cuencas españolas. No obstante, la cuenca del Segura no experimentó la misma recuperación. Aunque su situación mejoró con respecto a 2024, no alcanzó los niveles de 2023 ni la media de los últimos 10 años.
La Confederación Hidrográfica del Segura alertó recientemente sobre el índice de escasez, que superó el umbral de prealerta y se acerca a la situación de alerta.
Agosto Seco y la Reserva Hídrica
Agosto se caracterizó por su sequedad en gran parte de la Península Ibérica, con precipitaciones un 34% inferiores a lo esperado. Esto contribuyó a la disminución de la reserva hídrica española, que pasó del 67% de su capacidad a finales de julio al 59,3% a principios de septiembre.
La cuenca del Segura se vio particularmente afectada, con sus embalses al 22,5% de su capacidad, convirtiéndose en la cuenca más seca del país. Esta situación contrasta con la de Guadalete-Barbate, que se encontraba al 44,5%.
Precipitaciones Actuales y el Futuro
Se esperan acumulados de lluvia de hasta 30 mm en una hora en la vega del Segura, donde se emitieron avisos naranjas por riesgo importante. Otras áreas de la cuenca también presentan avisos amarillos y naranjas.
La situación actual requiere una estrecha vigilancia y gestión del agua. Se necesita observar la efectividad de las lluvias recientes para determinar si contribuyen a mejorar significativamente los niveles de los embalses de la región, especialmente en la cuenca del Segura.
Fuente: Xataka