Girona ha encontrado una solución ingeniosa para reducir el tráfico en su histórico Barri Vell: pedirle a Google y Waze que eliminen la zona de sus rutas. Esta estrategia, copiada de Barcelona, ha priorizado a los peatones y desviado el flujo vehicular hacia rutas alternativas.

El problema de los atascos en el Barri Vell

Antes, las apps de navegación guiaban a muchos turistas, en especial, hacia el Barri Vell para tomar atajos. Esto, sin embargo, creaba atascos en calles estrechas y empedradas, dificultando la vida de los residentes.

La solución: borrarse de Google Maps

Tras meses de gestiones, el Ayuntamiento de Girona convenció a Google y Waze para que dejaran de recomendar el Barri Vell como ruta. La medida ha resultado exitosa, calmando la circulación y mejorando la experiencia peatonal. El alcalde, Lluc Salellas, ha destacado el compromiso por priorizar a los viandantes.

Más allá de Girona: otras ciudades que han 'desaparecido' de los GPS

Girona no es la única ciudad que ha recurrido a esta táctica. Barcelona, por ejemplo, ocultó una línea de autobús en Google Maps para evitar la saturación de turistas en el Park Güell. Incluso un pueblo en Holanda usó reportes falsos para engañar a Google Maps y desviar el tráfico.

El impacto de la tecnología en el turismo

Estas estrategias demuestran el poder de la tecnología para influir en los flujos turísticos y gestionar la congestión urbana. Al trabajar de forma coordinada con las plataformas de GPS, las ciudades pueden desviar el tráfico masivo de áreas sensibles y crear un entorno más agradable para residentes y visitantes.

Fuente: Xataka