El modelo DKD de Chery: ¿Una estrategia acertada?

Chery, el gigante automotriz chino, apostó por España como puerta de entrada al mercado europeo, confiando en un modelo de producción denominado DKD (Direct Knock Down). Este consiste en importar vehículos semimontados desde China para su finalización en una fábrica ubicada en Barcelona. Sin embargo, esta estrategia ha sido duramente criticada por la Comisión Europea.

Críticas desde la Comisión Europea

Stéphane Séjourné, vicepresidente ejecutivo de la Comisión para la Prosperidad y la Estrategia Industrial, calificó el modelo de Chery como "no un buen modelo", argumentando que genera empleos de baja calidad y no añade valor a la industria europea. La preocupación radica en que la producción se limita al ensamblaje de componentes mayoritariamente chinos, sin un aporte significativo de la industria española.

Aranceles y el futuro de Chery en Europa

La estrategia DKD de Chery no ha logrado evitar los aranceles impuestos por la Unión Europea a los vehículos eléctricos chinos. Aunque modelos como el Omoda 5 y Jaecoo 7, con motores de combustión, se libran de estos gravámenes, el Omoda 5 eléctrico se ve afectado por un arancel del 21%, además del 10% general para vehículos chinos. Esto ha llevado a Chery a retrasar la producción de su modelo eléctrico en España, mientras se buscan soluciones para evitar estos costos adicionales.

Comparación con otras marcas y estrategias

El modelo de ensamblaje empleado por Chery no es único. BYD utiliza una estrategia similar en Tailandia, y fabricantes europeos recurren a prácticas semejantes en mercados con aranceles, como Renault en Argelia. La presión por parte de Argelia sobre Renault demuestra la creciente resistencia a modelos que no aportan valor local sustancial.

El futuro de la relación entre Europa y China

Las negociaciones entre Europa y China en materia de aranceles a vehículos eléctricos se encuentran estancadas. Mientras tanto, Chery, a pesar de las críticas, ha logrado vender más de 19.800 unidades en España en los ocho primeros meses del año, con solo seis modelos en el mercado. Esto pone de manifiesto la complejidad del panorama automotriz y la necesidad de estrategias de producción que equilibren la globalización con el desarrollo industrial local.

El objetivo de Europa: Inversión y creación de valor

La postura de la Comisión Europea es clara: se busca atraer inversiones chinas que generen valor añadido en Europa, fomentando la producción de componentes locales y no solo el ensamblaje de productos importados. Solo de esta manera se podría considerar eliminar o reducir los aranceles que buscan proteger la industria europea.

Fuente: Xataka