El dominio chino y su colapso
China, líder indiscutible en la producción mundial de paneles solares, con casi el 90% de la capacidad global, enfrenta una grave crisis. La sobreproducción ha generado una caída drástica de precios, pérdidas millonarias para las empresas y un exceso de paneles en el mercado. Pekín se ve obligado a intervenir para evitar el colapso total de su industria.
La burbuja solar
Entre 2020 y 2023, la apuesta por la energía solar en China generó un auge de la producción, superando con creces la demanda global. La consecuencia fue un desplome de los precios, obligando a las empresas a vender por debajo de coste. Se registraron pérdidas superiores a los 60.000 millones de dólares y despidos masivos.
El fracaso de la autorregulación
Un intento de autodisciplina por parte de las grandes empresas para limitar la producción fracasó, ya que la falta de un acuerdo vinculante llevó a una mayor competencia y aumento de la producción. El resultado: un exceso aún mayor de oferta y balances financieros devastados.
La intervención del gobierno
Ante la crisis, el gobierno chino ha anunciado un plan de rescate que incluye un fondo de 7.000 millones de dólares para adquirir y cerrar fábricas de polisilicio, la materia prima clave. Se busca estabilizar los precios y devolver la rentabilidad al sector.
Un problema geopolítico
La situación tiene implicaciones geopolíticas, con tensiones comerciales con Estados Unidos y Europa debido a las exportaciones de paneles a bajo coste. China, sin embargo, sigue promoviendo la venta de paneles a países en desarrollo.
El futuro de la innovación
A pesar de la crisis, China mantiene su inversión en investigación y desarrollo, mejorando la eficiencia de sus paneles solares. Se estima que es necesario un recorte significativo de la capacidad productiva para que el sector sea nuevamente rentable, pero este ajuste presenta un desafío político y económico.
Un dilema complejo
China se encuentra ante un dilema: permitir que la competencia siga destruyendo su industria o realizar un ajuste doloroso que implicaría el cierre de fábricas y un alza de precios. El país intenta un reseteo de su industria solar, un proceso complejo con consecuencias económicas y geopolíticas de gran envergadura.
Fuente: Xataka