
La administración Trump planea una drástica reasignación de fondos del programa 'Chips and Science Act'. Se rumorea que al menos 2.000 millones de dólares, inicialmente destinados a la industria de los semiconductores, serán redirigidos hacia la producción y procesamiento de minerales críticos.
La controversia de la Ley CHIPS
Desde su aprobación en 2022, la Ley CHIPS ha sido blanco de críticas por parte de Donald Trump, quien la calificó de "ridícula". Trump considera que los fondos no se están utilizando eficientemente y ha expresado su intención de priorizar la fabricación de bienes esenciales en Estados Unidos, incluyendo chips y productos farmacéuticos.
Antes de su regreso a la Casa Blanca, la posibilidad de que Trump desmantelara el programa CHIPS generó una carrera entre los fabricantes de semiconductores por obtener las subvenciones antes de un posible cambio de gobierno. Aunque el dinero ya entregado no se recuperará, una parte considerable permanece en manos del Departamento de Comercio.
La dependencia de China y los minerales críticos
La decisión de reasignar fondos se justifica en la necesidad de reducir la dependencia de Estados Unidos de China, que domina la extracción y procesamiento de minerales críticos. Estos minerales son esenciales para diversas industrias, incluyendo la fabricación de chips, telecomunicaciones, baterías y vehículos eléctricos. China, en respuesta a las sanciones de Estados Unidos y sus aliados, ha restringido la exportación de estos materiales.
El impacto de la decisión
La reasignación de 2.000 millones de dólares a la industria de los minerales críticos tendrá un impacto significativo. Se espera que esta decisión fortalezca la producción doméstica de estos recursos estratégicos, reduciendo la vulnerabilidad de Estados Unidos a las restricciones impuestas por China. Además, Howard Lutnick, Secretario de Comercio, verá su influencia expandida al sector de los minerales críticos.
Un cambio de estrategia
La decisión de Trump refleja una priorización en el refuerzo de la industria estadounidense de tierras raras sobre la entrega de subvenciones a los fabricantes de chips. Esta reorientación estratégica busca asegurar el acceso a recursos críticos, mitigando riesgos geopolíticos y fortaleciendo la autonomía económica del país.
La reasignación de fondos, de confirmarse, representa un cambio importante en la política económica de Estados Unidos en relación con la tecnología y los recursos naturales. La apuesta de Trump por los minerales críticos plantea interrogantes sobre el futuro del programa CHIPS y la estrategia tecnológica a largo plazo del país.
Fuente: Xataka