
En Estados Unidos, las propinas son un pilar cultural y económico, casi una obligación tácita en la mayoría de los establecimientos de hostelería. Sin embargo, esta arraigada costumbre se encuentra en el ojo del huracán gracias a McDonald's.
Un salario mínimo insuficiente
El salario mínimo federal para trabajadores que reciben propinas es de 2,13 dólares la hora, una cifra que no se ha actualizado desde 1991. Esta situación ha convertido a las propinas en un complemento indispensable para que los empleados alcancen un salario digno, pero también ha generado un sistema de pagos cuestionable.
El dilema de McDonald's
El CEO de McDonald's, Chris Kempczinski, ha criticado abiertamente el sistema de propinas, argumentando que traslada la responsabilidad del pago de los sueldos de los empleados a los clientes. McDonald's, al no aceptar propinas, se posiciona en una situación ventajosa frente a la competencia, ya que puede ofrecer salarios competitivos sin depender de la generosidad de los clientes.
Un debate sobre justicia salarial
La polémica generada por las declaraciones de Kempczinski ha reavivado el debate sobre la justicia salarial en Estados Unidos. El sistema de “tipped wages” se extiende más allá de la hostelería a otros sectores precarios y la economía de plataformas, donde las propinas representan una parte significativa de los ingresos de los trabajadores. Esta práctica genera tensiones entre clientes y trabajadores, y ha dado lugar a conflictos como el “tip baiting”, donde los clientes reducen o anulan la propina prometida.
La propuesta de McDonald's
Kempczinski propone una solución simple pero radical: exigir a todos los establecimientos un salario mínimo base igualitario, eliminando el sistema de propinas como complemento salarial. Esta medida ya se ha implementado en algunos estados como California, Alaska o Minnesota, resultando en una mayor estabilidad salarial y menor rotación de personal. Para el directivo, esta medida también podría reducir la pobreza y nivelar el campo de juego para las empresas del sector.
Una economía de dos niveles
El CEO también describe la economía actual estadounidense como una economía de dos niveles, donde los consumidores de altos ingresos gastan más y los de ingresos bajos, afectados por la inflación, reducen su gasto en restaurantes. McDonald's ha respondido a esta realidad relanzando menús de bajo costo para atraer a este sector de la población.
El futuro de las propinas
El debate generado por McDonald's es un reflejo de los cambios socioeconómicos y la evolución del modelo laboral estadounidense. Aunque el sistema de propinas tiene raíces históricas, la creciente presión inflacionaria y el auge de las aplicaciones digitales han puesto en relieve sus debilidades y desigualdades. La propuesta de McDonald's plantea un interrogante fundamental: ¿es sostenible y justo un sistema salarial que depende de la generosidad de los clientes?