A24, la productora responsable de éxitos de taquilla como "Todo a la vez en todas partes", se enfrenta a un dilema crucial: ¿aceptar la inversión de Thrive Capital, un fondo de capital de riesgo con fuertes vínculos con la inteligencia artificial (IA), o mantener su independencia creativa?

Una encrucijada existencial

Fundada en 2012 con una inversión inicial modesta, A24 se ha convertido en un gigante cinematográfico, valorado en 3.500 millones de dólares. Su éxito se basa en la apuesta por el cine de autor y la experimentación, alejándose de las fórmulas repetitivas de Hollywood. Sin embargo, este crecimiento exponencial exige una expansión constante y la optimización de procesos, lo que atrae la atención de inversores como Thrive Capital.

El dilema de la IA

Thrive Capital, uno de los principales inversores en OpenAI (creadora de ChatGPT), ofrece a A24 una inyección de 75 millones de dólares. La condición: la integración de la IA en sus procesos de producción. Aunque no existe presión inmediata, la perspectiva a futuro preocupa a A24, que se debate entre el crecimiento económico y la preservación de su identidad creativa.

Controversias previas con la IA

El uso limitado de IA en efectos especiales de "Todo a la vez en todas partes" y el diseño de carteles de "Civil War" con esta tecnología ya generaron controversia entre el público, que valora el enfoque artesanal de la productora. Esta resistencia interna se suma a la presión externa de los inversores.

Un futuro incierto

A24 se enfrenta a un desafío de gran envergadura. Puede optar por la integración gradual de la IA, mimetizándose con el resto de Hollywood. O bien, puede optar por resistirse, arriesgándose a frenar su crecimiento pero manteniendo su identidad y filosofía creativa. La decisión afectará no solo a sus finanzas, sino también a la esencia misma de su marca y a la manera en que entendemos el cine en la actualidad.

El crecimiento meteórico de A24

La expansión rápida e inesperada de A24 la ha colocado en una posición de equilibrio precario entre las producciones independientes, las tradiciones cinematográficas y las nuevas tendencias tecnológicas. Su futuro podría representar el último suspiro de un modelo de cine que se desvanece con la llegada de la IA. El camino que A24 elija marcará un precedente importante para el futuro de la industria del cine.

Fuente: Xataka