
Desde hace tiempo se conoce la relación entre la naturaleza y la salud. Estar cerca de entornos naturales mejora el bienestar psicológico e impulsa una vida más activa. Ahora, un estudio revela un vínculo similar, pero más contundente, con la proximidad al mar.
Un estudio sorprendente
Una investigación realizada en Estados Unidos encontró una correlación directa entre vivir en zonas costeras y una mayor longevidad. Los resultados aportan evidencia de la conexión entre el agua y el bienestar de las personas, aunque la relación es más compleja de lo que parece.
A 50 kilómetros de la costa, la vida se alarga
El estudio determinó que los beneficios se observan en una franja de aproximadamente 50 kilómetros de la costa. Curiosamente, en zonas interiores cercanas a cuerpos de agua más pequeños (alrededor de 10 km²), se observó una tendencia opuesta: menor esperanza de vida.
Más de un año de vida extra
Según el estudio, los residentes costeros viven, en promedio, un año o más que la media (79 años), mientras que aquellos cerca de ríos y lagos interiores tienden a vivir menos. Varios factores podrían influir en esta diferencia, incluyendo temperaturas más agradables, mejor calidad del aire y mayores oportunidades para actividades recreativas.
Un análisis exhaustivo
El análisis se basó en 66.263 áreas censales de Estados Unidos, considerando no solo la proximidad al agua, sino también factores socioeconómicos y demográficos para asegurar la precisión de los resultados. La investigación se publicó en la revista Environmental Research.
¿Qué factores influyen?
Se plantean diversas hipótesis para explicar la correlación: mejores temperaturas, aire más limpio, más opciones de recreación, mejor transporte, menor vulnerabilidad a las sequías y mayores ingresos. La renta, en particular, parece ser un factor clave.
¿Correlación o causalidad?
Es importante recordar que la correlación no siempre implica causalidad. La renta podría ser el factor determinante, ya sea por la atracción de personas con mayores ingresos a zonas costeras más caras o por la generación de más oportunidades laborales en estas áreas. En ambos casos, la renta influiría en la esperanza de vida.
Conclusión
El estudio, aunque no establece una relación causal definitiva, proporciona una fuerte evidencia de la asociación entre vivir cerca del océano y una mayor longevidad. Más investigación es necesaria para desentrañar completamente los factores subyacentes.
Fuente: Xataka