Galicia, la primera región en restringir el agua

Mientras el resto de España disfruta de las temperaturas primaverales, Galicia se enfrenta a una preocupante realidad: la escasez de agua. Varios municipios gallegos, especialmente en el sur de Pontevedra, han anunciado el regreso de las restricciones al consumo de agua debido a la disminución de las reservas en los embalses. Estas medidas, que varían según la zona afectada, incluyen la prohibición del riego, el llenado de piscinas y el lavado de coches.

El problema se extiende al noroeste

La situación no se limita a Galicia. Municipios y parroquias de Asturias también han implementado restricciones similares, aunque en este caso, las medidas se centran principalmente en los grandes consumos de agua, como el uso de piscinas y el lavado de vehículos. Incluso en algunos municipios de la provincia de León, concretamente en la comarca de Laciana, se han aplicado restricciones al consumo doméstico de agua.

Reservas de agua en declive

Las cuencas de la costa gallega muestran una preocupante tendencia a la baja. A diferencia de otras áreas, estas cuencas tienen una capacidad mucho menor, lo que las hace más vulnerables a los cambios climáticos. En la actualidad, su nivel de llenado se encuentra por debajo del 60%, una cifra significativamente inferior al 80% registrado a finales de mayo. Este descenso se atribuye a un junio extremadamente cálido y seco, seguido de un julio con precipitaciones concentradas en el oeste peninsular.

Comparativa con otras cuencas

En comparación con otras cuencas hidrográficas más grandes como la del Miño-Sil o la del Duero, la situación es menos crítica, aunque todas presentan un menor volumen de agua que el año pasado para la misma época. Mientras las cuencas pequeñas muestran una disminución más pronunciada, las más grandes experimentan un descenso menos significativo. En promedio, las cuencas peninsulares poseen un 14.9% más de agua que el año pasado.

El futuro de las reservas

Aun falta parte del verano y las precipitaciones otoñales podrían cambiar la situación. Sin embargo, las restricciones actuales son una señal clara de la necesidad de un uso responsable del agua y una gestión eficiente de los recursos hídricos, especialmente en las zonas más vulnerables a la sequía. El problema de la disminución de las reservas de agua no es sólo un asunto del momento, sino un desafío a largo plazo que requiere atención inmediata.

Conclusión

La escasez de agua en Galicia y otras zonas del noroeste peninsular pone en evidencia la vulnerabilidad de las reservas hídricas frente a los periodos de sequía. La implementación de medidas restrictivas, aunque temporales, resalta la importancia de la gestión sostenible del agua para garantizar su disponibilidad en el futuro.


Fuente: Xataka