Un reciente estudio ha revelado el mapa más detallado hasta la fecha del fondo marino antártico, desvelando la existencia de 3.291 cañones submarinos individuales, organizados en 332 sistemas. Estas "megaestructuras" se extienden hasta 4.000 metros de profundidad, actuando como importantes reguladores del clima global y representando, a la vez, una amenaza para los glaciares.

Un Mapa que Cambia la Perspectiva

Gracias a la base de datos del International Bathymetric Chart of the Southern Ocean (IBCSO) v.2, que combina datos de barcos y satélites, se ha logrado una precisión asombrosa en el mapeo de estas estructuras submarinas. El análisis, realizado con técnicas hidrológicas semiautomáticas, ha permitido trazar una red compleja de "ríos" y "afluentes" bajo el hielo antártico.

Dos Geografías, Dos Historias

El estudio muestra dos tipos de geografías submarinas: la Antártida Oriental, con sistemas de cañones ramificados en forma de U, indicativos de una formación antigua; y la Antártida Occidental, con cañones más cortos y con pendientes abruptas en forma de V, sugiriendo un origen geológico más reciente. Esta diferencia sustenta la hipótesis de que la capa de hielo oriental es más antigua que la occidental.

Autopistas de Agua y el Cambio Climático

Estos cañones son cruciales en la regulación del clima global. Actúan como canales para el agua de la plataforma continental, que al enfriarse y volverse más densa, se precipita hacia las profundidades, formando el Agua Antártica de Fondo (AABW). Esta masa de agua fría es un motor de la circulación oceánica global, distribuyendo calor y secuestrando dióxido de carbono.

La Amenaza a los Glaciares

Sin embargo, estos cañones también representan una amenaza. Permiten que el Agua Profunda Circumpolar (CDW), relativamente cálida, penetre hasta la base de las plataformas de hielo, provocando su derretimiento basal y acelerando su deslizamiento hacia el mar. La densidad de cañones, especialmente en la Antártida Oriental, indica que la vulnerabilidad del continente al calentamiento oceánico podría ser mayor de lo que se estimaba.

Desafíos para los Modelos Climáticos

Este descubrimiento destaca la necesidad de mejorar los modelos climáticos. La complejidad de la topografía submarina dificulta la simulación precisa de la dinámica oceánica, especialmente en áreas vulnerables como el Mar de Amundsen. Se requiere más investigación y mapeado de alta resolución para lograr predicciones más fiables.

Un Continente Lleno de Sorpresas

La Antártida sigue guardando misterios. Estudios previos han revelado la existencia de bosques en el pasado y señales geofísicas inexplicables bajo su superficie, lo que pone de manifiesto la importancia de la investigación en este continente crucial para el futuro del planeta.

Fuente: Xataka