
Un prodigio en la ingeniería
Kairan Quazi, un joven prodigio, ha recorrido un camino excepcional. A los 9 años comenzó sus estudios universitarios y a los 14 ya era ingeniero de software en SpaceX, trabajando en proyectos cruciales para Starlink, la red de internet satelital de Elon Musk. Su labor consistía en diseñar el software que determina la orientación de los satélites para ofrecer una conexión estable, un rol con una gran responsabilidad para alguien tan joven.
El cambio hacia Wall Street
Tras dos años en SpaceX, Kairan decidió buscar nuevos retos. Recibió varias ofertas de compañías punteras de inteligencia artificial, pero finalmente se decantó por Citadel Securities, un gigante del trading financiero. Ahora, a sus 16 años, trabaja como quant developer, creando modelos financieros complejos.
El mundo de los Quants
El cambio de la industria aeroespacial a las finanzas no fue casual. Para ingenieros y matemáticos de alto nivel, las finanzas cuantitativas (quants) ofrecen un atractivo desafío intelectual comparable a la inteligencia artificial. Los quants trabajan en el trading algorítmico, donde las ideas se prueban e implementan en cuestión de horas, a diferencia de los largos ciclos de desarrollo de otros sectores. Los salarios en este campo son excepcionalmente altos.
Un adolescente con grandes logros
A pesar de sus logros, Kairan sigue siendo un adolescente. Durante su etapa en SpaceX, su madre lo llevaba al trabajo debido a su edad. Incluso, LinkedIn llegó a borrarle su cuenta por no cumplir con el mínimo de edad requerido. A pesar de esto, Citadel Securities valoró su talento sin enfocarse en su edad o experiencia.
De Silicon Valley a Manhattan
Nacido en el Área de la Bahía de San Francisco, Kairan ahora se muda a Manhattan, para trabajar en Citadel Securities. Esta nueva etapa en Wall Street representa un nuevo capítulo en la vida de este joven excepcional, con pasiones que incluyen la lectura, los videojuegos, la escalada y el piano. Sus raíces familiares en Queens hacen su transición más fácil.
Este joven de origen bangladesí-estadounidense ha demostrado que las barreras de edad pueden ser superadas con talento, dedicación y la ambición de perseguir los desafíos más exigentes.